El "soldado A" testifica que una vez iniciado el tiroteo dispararon a matar
Los soldados del Servicio Aéreo Especial (SAS) que abatieron a tiros a los miembros del IRA Mairead Farrell y Danny McCann -sobre la tercera víctima dispararon otros compañeros- testificaron ayer ante el tribunal que sigue la investigación judicial abierta en Gibraltar que, una vez iniciado el tiroteo el único objetivo fue acabar con la vida de los terroristas. No obstante, insistieron en que el dispositivo fue puesto en marcha para lograr la detención.La investigación judicial prosiguió ayer con la comparecencia de los soldados identificados con las letras A, B y C y con los intentos del abogado de los familiares de las víctimas, Patrick McGrory, por poner de relieve contradicciones que permitan desbaratar el argumento que hasta ahora han utilizado con mayor insistencia los miembros del SAS parajustificar su acción: que los terroristas realizaron gestos que permitían suponer que iban armados o que se disponían a utilizar el detonador que activaría el explosivo supuestamente colocado en Gibraltar.
A estas alturas, y después de que han declarado, ocultos por una cortina, seis de los siete miembros del comando del SAS, la investigación judicial se ha convertido en una minuciosa reconstrucción, segundo a segundo, de los hechos, en la que cada gesto y cada movimiento son analizados una y otra vez. Los miembros del SAS, a pesar del durísimo interrogatorio al que les está sometiendo el abogado Mcgrory, están prestando declaración con una gran seguridad. El Soldado A, acosado a preguntas durante la última sesión del martes, no dudó en afirmar que de encontrarse en las mismas circunstancias volvería a actuar exactamente como lo hizo. A había afirmado que comenzó a disparar al cruzarse su mirada con la de McCann y entender que había sido reconocido como un miembro de los servicios de seguridad. Según McGrory, McCann fue muerto sobre la base de una mirada.
A última hora de la tarde de ayer, prestó declaración el soldado C, que disparó contra Sean Savage, que confirmó que no medió tiempo entre el aviso de alto y los primeros disparos.
Por otro lado, ayer fue detenido en la frontera del Peñón un hombre acusado de importación ilegal de armas. A esta persona le fueron ocupadas dos pistolas, una del calibre 22 y otra de gases lacrimógenos.
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