La avalancha de obras en el centro agravará el caos del tráfico en septiembre
La coincidencia de varias obras sin terminar en las calles céntricas de Madrid tendrá graves consecuencias en el tráfico a primeros de septiembre, según han reconocido fuentes municipales. Calles estratégicas como Francisco Silvela, Narváez, Ríos Rosas o Pablo Iglesias seguirán en obras a la vuelta de vacaciones, lo que servirá para agravar el caos de la circulación en vías que soportan habitualmente cerca de 100.000 vehículos diarios. La oposición municipal culpa al Ayuntamiento de falta de previsión al acometer las actuaciones en la calles.
El centro de la ciudad se ha convertido en la recta final de agosto en un rosario de obras de todo tipo. La mejora en la pavimentación de más de un centenar de calles, iniciada en el mes de julio, se ha dado la mano con la construcción de aparcamientos para residentes, respiraderos del metro, apertura de zanjas para conducciones subterráneas y socavones.Según un portavoz municipal del área de circulación, la mayoría de estas obras estarán finalizadas en septiembre. Sin embargo, las mismas fuentes reconocen que en algunos casos se han desbordado las previsiones y que un buen número de actuaciones, que afectan a calles con un tráfico cercano a los 100.000 vehículos al día, se prolongarán durante el mes de septiembre.
La obra que mayor repercusión tendrá sobre la circulación es la reforma del túnel de la calle de Francisco Silvela a su paso por la plaza de Manuel Becerra, tramo acostumbrado a continuas retenciones en las horas punta. La actuación, inicialmente prevista para julio y agosto, no acabará hasta bien entrado el mes de septiembre, según reconoció el citado portavoz. El Ayuntamiento está estudiando una solución provisional para evitar el colapso del tráfico en la zona de Ventas y en el barrio de Salamanca.
Obras de pavimentación
El distrito de Salamanca es el más afectado por las obras. La construcción del aparcamiento para residentes bajo la calle de Narváez obligará a mantener cerrado un tramo de la vía durante cerca de medio año. Las calles de Serrano, Velázquez, Claudio Coello, Lagasca y Núñez de Balboa sufrirán también esta semana los efectos de las obras de pavimentación de la calle de Ortega y Gasset. La calle de Príncipe de Vergara y el paseo de La Habana están pasanso también por un lavado de cara.En Argüelles, las calles de Blasco de Garay y de Andrés Mellado se encuentran interrumpidas por las obras. La construcción de un aparcamiento para residentes en la plaza de San Juan de la Cruz ha obligado a estrechar la calle de Ríos Rosas y afectará gravemente al tráfico en el distrito de Chamberí durante cerca de un año. Igual efecto tendrá en septiembre el aparcamiento y las obras de prolongación de la avenida de Pablo Iglesias.
A las interminables obras de la nueva estación de metro de Atocha, que hace casi intransitables el paseo de la Infanta Isabel, se suman obras subterráneas como las que mantienen cortadas las calles de Bretón de los Herreros y de Covarrubias.
Para Carlos Martínez Serrano, del CDS, esta avalancha de obras se debe a la falta de previsión del Ayuntamiento, "que ha acumulado los gastos de inversiones para final de año". José Gabriel Astudillo, de AP, recuerda que su grupo propuso en último pleno de julio que se realizara una evaluación previa de las repercusiones de las obras en la vía pública y que se incluyera en los pliegos de condiciones de una cláusula de urgente realización.
El concejal de tráfico, Eugenio Morales, se encontrará a la Vuelta de vacaciones con algo más que los ya habituales atascos en las calles. Su departamento tiene que de decidir si prosigue la instalación del carril-bus con separador en una decena de calles y si se lleva adelante un programa de construcción de pasos subterráneos en intersecciones céntricas propuesto por AP.
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