La ORA extenderá su perímetro hasta la plaza de Castilla y la Puerta de Toledo

El Ayuntamiento de Madrid proyecta extender a finales de este año el perímetro de aplicación de la Operación de Regulación de Aparcamientos (ORA). Los responsables de la ORA consideran que las zonas en las que sería necesaria la ampliación son las comprendidas entre la calle de José Abascal y el paseo de la Castellana hasta la plaza de Castilla, y en el barrio de Embajadores, hasta la Puerta de Toledo. El área de Circulación y Transportes estudia además automatizar los sistemas de control del aparcamiento.

El Ayuntamiento baraja varias hipótesis de extensión del perímetro de la ORA. Pero las zonas más probables, por la dificultad actual para encontrar aparcamiento, son, según el jefe de la oficina de la ORA, Fernando Ontiveros, la del norte del paseo de la Castellana y la del barrio de Embajadores. Esta expansión ya fue estudiada hace dos años, aunque no se llevó a la práctica.La ampliación seguiría el sistema de la mancha de aceite, expandiéndose por las zonas colindantes con las actualmente reguladas por la ORA. Así, por el Norte, el perímetro se extendería perpendicularmente a la calle de Cea Bermúdez, por la acera de los impares de Castellana hasta la plaza de Castilla. Por el Sur, la mancha se desplazaría hacia la Puerta de Toledo, en perpendicular a la calle de Atocha.

Según Ontiveros, muchas comunidades de vecinos de las zonas no incluidas en el actual perímetro de la ORA han solicitado la ampliación a sus barrios del sistema de regulación, "porque sus calles se llenan de los que quieren aparcar sin tener que poner el boleto".

Control automático

Otra de las medidas actualmente en estudio es la automatización del control de aparcamientos, que se llevaría a cabo mediante la instalación de parquímetros y dotando a los vigilantes de pequeños ordenadores.Los parquímetros se instalarían en las calles comprendidas en las zonas más conflictivas de la ORA, como son la de Serrano, paseo de la Castellana (entre José Abascal y Cibeles), y las que bordean el complejo Azca. Los aparatos informáticos con los que se piensa dotar a los vigilantes permitirán agilizar las denuncias y facilitar el hallazgo de vehículos robados. Según Ontiveros, con este sistema "se centralizará el control, se ganará en eficacia y se evitarán errores".