FEVE reconoce que el tren que descarriló en Asturias iba a excesiva velocidad

La dirección de Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE) reconoció ayer en Oviedo que el tren que descarriló el pasado día 3 en las proximidades de la localidad asturiana de Infiesto circulaba a una velocidad inadecuada.La curva en la que se produjo el accidente que costó la vida a cuatro personas (Jebe ser tomada a 55 kilómetros por hora, y el tren entro en ella a 77,5 kilómetros por hora según el examen de la caja negra. El presidente deFEVE, Joaquín Martínez Vilanova, dijo que la investigación continuará al menos dos meses más y que "otras causas han podido incidir en el trágico suceso".

El maquinista del tren -un joven que se había incorporado a la compañía procedente del servicio militar ferrovario en junio de 1984- ha sido apartado cautelarmente del servicio y sólo realiza maniobras con trenes en la estación de Oviedo.

"El conductor había pasado nueve veces por la curva en la que se produjo el accidente en los días 1, 2 y 3 de agosto", según Jesús Aristi, subdirector de la compañía. Aristi añadió que "el maquinista había dispuesto de ocho horas y media libres entre el último servicio del día anterior y el primero de la jornada del accidente", y negó que la compañía "abra expediente a los conductores por retrasos en los servicios".

El tramo de vía en el que ocurrió el suceso había sido totalmente repuesto en noviembre de 1985, con una inversión de más de 700 millones. Según los directivos de FEVE, la vía fue revisada en febrero pasado, y los dos vagones que formaban una unidad con motor acoplado, en los días anteriores al accidente.

Datos de la 'caja negra'

Según las primeras investigaciones, el tren circuló a una media de 80 kilómetros por hora en los tramos previos a donde ocurrió el siniestro y en esa zona había bajado a unos 75-76 kilómetros por hora, según atestigua la caja negra. El convoy no frenó antes de entrar en la curva en la que se salió de la vía.

Respecto a los otros dos accidentes con víctimas ocurridos en Asturias (donde FEVE tiene la mitad de todos sus servicios) en noviembre pasado, los directivos de la compañía señalaron que se trataba en ambos casos de errores humanos. En la colisión frontal de la Manjoya "se produjeron cuatro infracciones por otros tantos agentes", y en el descarrilamiento de Ceceda -que se cobró cuatro vidas-, en un lugar próximo al del último accidente, "el tren volcó por velocidad excesiva". La compañía ha sancionado por falta muy rave a cuatro de sus trabajadores, dos de los cuales han abandonado FEVE por decisión personal.