'Agosto sangriento' del IRA contra objetivos militares británicos
El Ejército Republicano Irlandés (IRA) ha puesto en el punto de mira de sus acciones terroristas a todos los soldados británicos en el Reino Unido y en el resto de Europa. Ayer, después de responsabilizarse de tres atentados que causaron dos muertos y 24 heridos, hizo público un comunicado en el que se pide a los civiles que no se acerquen a las bases británicas y se advierte que "nadie debe circular cerca o con miembros de las fuerzas británicas". El lunes, el IRA iniciaba su agosto sangriento con un atentado contra unas viviendas militares de Londres que costó la vida a un soldado y causó heridas a otros nueve.
Según la policía británica, el IRA tiene en el Reino Unido y en el continente activistas dormidos prestos a entrar en acción y lanzar una campaña de atentados en cuanto lo decidan sus jefes. Hace unos meses, soldados destinados en bases de Holanda y de la República Federal de Alemania fueron ya objeto de acciones del grupo terrorista.La ofensiva del IRA parece haberse iniciado ya. Ayer atacó tres veces, todas en el Ulster. Primero, por la mañana, en Dungannon, colocando una bomba al paso de un convoy militar. Hubo seis heridos. Por la tarde, en dos atentados contra personas aisladas. Uno de ellos, en Lisburn, contra un policía fuera de servicio, cuyo automóvil saltó por los aires; el hombre murió y otras 18 personas que pasaban por las proximidades resultaron heridas En la última de sus acciones, en Belfast., varios terroristas sacaron a punta de pistola de un centro comercial a un miembro del Regimiento de Defensa del Ulster, formado por voluntarios a tiempo parcial, y le asesinaron a sangre fría.
La ofensiva del IRA ha pilla do a la primera ministra británica, Margaret Thatcher, de visita en Australia, desde donde se ha apresurado a considerar lo atentados como "prueba de que los terroristas no pueden alcanzar sus objetivos por medios pacíficos, de que no respetan el resultado de las urnas y de que su único recurso es la mutilación y el asesinato".
Todos los dirigentes políticos coincidieron en la condena de las acciones del IRA, pero la controversia ha saltado respecto a las medidas de protección de las instalaciones militares, especialmente después de que se supiera que el cuartel de Mill Hill, objeto del ataque del lunes, sólo tenía controlado el acceso en una de sus cuatro puertas. Esta acción ha revelado también, trágicamente, que el grupo republicano irlandés tiene infiltrado un comando operativo en Inglaterra por primera vez desde 1984, cuando hizo explotar una potente bomba en el hotel en que se celebraba el congreso del Partido Conservador, en Bríghton.
El IRA, con su nueva campaña terrorista, parece huir hacia delante. En el último año, 22 de sus miembros han caído bajo las balas del Ejército británico, lo que indujo a Londres a pensar que el grupo atravesaba la más grave crisis de su historia.
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