Una mirada interesada.
El primer ministro de Tailandia, Prem Tinsulanonda (a la derecha), observa cómo deposita su voto uno de los 27 millones de personas convocados a las urnas ayer en Tailandia. Las elecciones se desarrollaron con relativa calma por todo el país, aunque hubo que lamentar dos muertos y cuatro heridos a consecuencia de la explosión de una granada en un colegio electoral en Angthong, a unos 100 kilómetros al norte de Bangkok. Las primeras previsiones indicaban que ningún partido obtendrá la mayoría de los 357 escaños del Parlamento tailandés. Prem, de 67 años, general retirado y que disolvió el Parlamento en abril pasado, no estaba incluido en las listas electorales, pero se espera que vuelva a encabezar un nuevo Gobierno de coalición.
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