Dukakis lucha por lograr el apoyo de Jackson en la convención demócrata
Michael Dukakis luchaba ayer por lograr el apoyo inequívoco de Jesse Jackson 24 horas antes de la apertura de la convención demócrata de Atlanta, mientras el líder negro de los derechos civiles mantenía abierta la batalla para frenar la "derechización" a la que, en su opinión, conduce al partido el gobernador de Massachusetts. Atlanta, la meca de la América negra, es una fiesta de la Disneylandia política y electrónica en que se han convertido las convenciones políticas. La demócrata designará a los candidatos a presidente y vicepresidente y aprobará el programa electoral, vago y que no compromete a Dukakis a casi nada
Un total de 5.373 delegados, 15.000 familiares e invitados y 13.000 periodistas, más 52 toneladas de confeti y 10.000 globos con los colores de la bandera nacional, han convertido a esta próspera capital del Sur en una enorme pista de circo. Dos empresarios de Hollywood han montado esta fiesta, con un coste de 24 millones de dólares (unos 2.880 millones de pesetas), quelos demócratas confían en convertir en el trampolín que les impulse hasta la Casa Blanca.
Nada se ha dejado al azar. Los partidarios de legalizar los porros, los homosxuales, las lesbianas, los eritreos, los racistas del Ku Klux Klan y decenas de otros grupos minoritarios comenzaron a manifestarse ayer aprovechando la capacidad amplificadora de la convención. Cada grupo tiene 90 minutos para manifestarse en dos aparcamientos gigantes acondicionados por el Ayuntamiento. Los norteamericanos serán testigos del mayor happening de esta democracia-espectáculo cada noche, cuando las grandes cadenas de televisión conecten en directo, de nueve a once, con Atlanta.
Jackson, el dirigente más carismático de este país, exige abiertamente la inclusión del ala progresista liberal demócrata en la campaña presidencial y un puesto preeminente para él en la toma de decisiones. Se trata realmente de una insólita exigencia de un papel de virtual copresidente basada en que tiene detrás siete millones de votos, en que ha registrado más votantes que nadie y en la certeza de que sin la fidelidad de sus votantes, los negros, Dukakis no podrá ser presidente.
"No se trata de concesiones, quiero lo que se nos debe: compartir, inclusión, coparticipación; este partido tiene dos alas y no puede volar solo con el ala centrista", exclamó el reverendo Jackson a su llegada el sábado a Atlanta tras un viaje en una caravana de autobuses a lo largo de todo el Sur con el que ha robado la publicidad a Dukakis. Éste ha chocado frontalmente con Jackson por la elección del senador conservador Lloyd Bentsen como aspirante a la vicepresidencia.
Dukakis no avisó con antelación a Jackson de su decisión , que el líder negro considera una afrenta. El hecho es que Dukakis ha optado por la vía del centro para llegar a la Casa Blanca eligiendo al conservador Bentsen, un hombre que vota a favor de la ayuda a la contra, cree en la guerra de las galaxias, no es partidario de dar fondos federales para el aborto y está ideológicamente más próximo a Bush que a un demócrata del new deal.
Los moderados decidirán
Cree Dukakis que serán los moderados, la clase media, los trabajadores industriales -tradicionalmente demócratas, pero que se pasaron a Reagan en 1980 y 1984- quienes decidirán la elección. Y si cuentan con una oferta demócrata de moderación y pragmatismo volverán en noviembre al redil. Por ello, Dukakis está aguantando el pulso de Jackson, convencido de que electoralmente es rentable no ceder ante la presión del líder negro. Sus partidarios hablan de presentar su nombre a la votación como vicepresidente el jueves.
Los responsables de las campañas de Dukakis y Jackson se reunieron ayer durante tres horas para resolver las diferencias y presentar un frente unido cuando esta tarde (madrugada del martes en España) se abra la convención. Todo el país va a estar viendo en directo por televisión esta fiesta política que constituye para Dukakis una inmejorable oportunidad para proyectarse como un líder nacional. Aún un 41% de los ciudadanos afirma que no sabe bien quién es Dukakis.
Si la disputa ideológica -los hombres de Jackson quieren luchar en la convención por introducir en el programa electoral sus ideas, como son la subida de impuestos o la congelación del gasto militar, rechazadas por Dukakis y por la mayoría- no se cierra a puerta cerrada, la imagen de un partido dividido puede dañar irremisiblemente a lós demócratas. "
Éstos, que han perdido cuatro de las últimas cinco elecciones presidenciales, ven, por primera vez desde 1976, la posibilidad real de alcanzar la Casa Blanca. Un último sondeo publicado ayer por el diario Chicago Tribune concede un 50% de expectativas de voto a Dukakis, frente a un 39% a Bush.
Jackson está pidiendo una entrevista con Dukakis, sin intermediarias, antes de la apertura de la convención, algo que recomienda el ex presidente Jimmy Carter, que ha sido sugerido como mediador por el líder negro. Es posible que este encuen tro se celebre en las próximas ho ras, después de la llegada ayer por la tarde de Dukakis y Bentsen a Atlanta.
A pesar del perfil conservador del candidato a vicepresidente las encuestas señalan que Dukakis ha hecho una buena elección que puede ayudarle a ganar Tejas y fortalecer su candidatura en el Sur. El ex presidente Richard Nixon ha elogiado la decisión de Dukakis, y los republicanos se muestran preocupados por la misma, ya que va a impedir a Bush atacar a su rival como un .peligroso liberal".
El problema de Dukakis es que los 5.000 delegados asistentes a la convención son más liberales que el terreno medio al que el candidato quiere conducir el partido. El 69% se declara libe ral, y sólo el 29%, centrista. La inmensa mayoría, un 89%, quiere congelar los gastos militares.
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