Más de 10.000 personas reivindican la reapertura del ferrocarril de Canfranc

Los trenes volvieron a pitar ayer, después de 18 años, en el túnel internacional del ferrocarril de Canfranc (Huesca). Más de 10.000 personas participaron en los actos reivindicativos de la reapertura de la línea férrea al cumplirse el 60º aniversario de su puesta en funcionamiento. Los cuatro trenes que trasladaron desde Zaragoza, con paradas en diversas localidades, a unas 3.000 personas pitaron al unísono a las 13.30 en la boca del túnel internacional de Somport.

Uno de esos trenes, en el que viajaban las autoridades, penetró en el túnel de ocho kilómetros. Al mismo tiempo, se soltaron 60 palomas en conmemoración de los años que hace que se inauguró el ferrocarril. El resto de los participantes llegó en coches particulares o autocares.Los actos estuvieron organizados por la llamada Coordinadora Aragonesa Pro Reapertura del Canfranc, que agrupa a las tres diputaciones provinciales, numerosos ayuntamientos, los sindicatos CC OO y UGT y otros colectivos y asociaciones. El lema de la jornada fue Vía libre ya. Los actos se desarrollaron con un marcado carácter festivo con la actuación de diversos grupos musicales. Pronunciaron discursos los alcaldes de Canfranc y Oloron (Francia), el director general de Transportes Terrestres, el presidente de Renfe, el alcalde y el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, y cerró el acto reivindicativo el presidente del Gobierno aragonés, Hipólito Gómez de las Roces. También asistieron, entre otras autoridades, el Justicia de Aragón, Emilio Gastón, y el presidente de las Cortes regionales, Juan Bautista Montserrat Gómez de las Roces se trasladó a Canfranc en coche, ya que la coordinadora, acaparada por los socialistas, no le envió el correspondiente billete para el tren. Los días precedentes a la jornada de ayer han estado marcados por el enfrentamiento entre las diferentes instituciones, con acusaciones mutuas de querer acaparar y politizar los actos.

Fue en 1853 cuando se conoció por primera vez el proyecto para construir un ferrocarril entre Zaragoza y Pau. El 18 de julio de 1928, el rey de España, Alfonso XIII, y el presidente de la República Francesa, Gaston Doumerge, inauguraron la línea, que atravesaba el túnel internacional de Somport.

En 1970, un accidente en el puente de l'Estanguet hizo que la Socidad Nacional de los Ferrocarriles franceses interrumpiera el tráfico. Sin embargo, en la parte española siempre se mantuvo abierta entre Zaragoza y Canfranc.

Poco antes de su cierre, la línea internacional registraba un movimiento de 20.000 viajeros y 100.000 toneladas de mercancías al año. Los ferrocarriles franceses consideraron que ese volumen de tráfico no justificaba las inversiones necesarias para reanudar el servicio. Algunas estimaciones señalan que para que el Canfranc sea plenamente rentable sería necesario invertir en el lado español entre 17.000 y 35.000 millones, cantidad que sería bastante superior en la vertiente francesa. Un problema de urgente solución es acondicionar la actual vía al ancho europeo.

Rentabilidad

El Gobierno aragonés encargó un estudio en el que se demuestra que la reapertura del ferrocarril del Canfranc sería rentable. Se podrían exportar hasta un millón de mercancías: automóviles de Ias factorías de General Motors, en Figueruelas (Zaragoza), y de Ford, en Almusafes (Valencia); los cítricos levantinos, cereales y otros productos con origen o destino en Aragón. Recientemente se celebró en Zaragoza una asamblea de potenciales usuarios del Canfranc. La opinión generalizada es que en estos momentos existen buenas perspectivas para reabrir la línea tanto por parte del Gobierno español como del francés.Los eurodiputados socialistas españoles y franceses han presentado en el Parlamento Europeo una iniciativa para la reapertura de dicha línea. El presidente aragonés, Gómez de las Roces, ha manifestado que "el Canfranc es una exigencia irrenunciable para Aragón". La Coordinadora Pro Reapertura ha destacado "la importancia histórica que el ferrocarril del Canfranc ha tenido y tiene en el desarrollo socioeconómico de la región aragonesa", y reclama el derecho de los aragoneses a estar bien comunicados con Francia y la Comunidad Europea.