Aguas turbias
La nueva búsqueda fallida del cadáver del 'Nani'
El cadáver de Santiago Corella tampoco salió de las aguas de los pantanos cordobeses de Puente Nuevo y Guadanuño, rastreados por equipos submarinistas de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid), Sevilla y Málaga durante dos días y medio, cumpliendo así el decreto del Tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid, que juzga la desaparición del Nani. Éstos son el segundo y tercer pantanos en los que se bucea con intención de aclarar un misterio de la democracia que dura ya casi cinco años.
Diecisiete submarinistas de los grupos especiales de actividades subacuáticas de la Guardia Civil se han sumergido durante dos días y medio en estos embalses de Córdoba -como ya lo hicieran anteriormente en el Guadalén, en Jaén- en busca de un cadáver o de algún rastro que permitiera sospechar la existencia de restos humanos en los fondos de ambos embalses explorados.Los equipos de buceo han descendido a 32 metros de profundidad en Puente Nuevo y a 14 en Guadanuño. Estas unidades han coincidido en que la suciedad de las aguas les ha restado efectividad en la búsqueda, que tenían que realizar con las manos. Su vista era el tacto. Cada objeto con el que tropezaban era tanteado en un mundo de tinieblas de millones de metros cúbicos de agua.
En la inmersión se intuía de qué se trataba lo que palpaban: bloques de metal de restos de la construcción de la presa, hierros, maleza, árboles y miles de cosas que se arrojan así por las buenas a un abismo de agua. Cada submarinista tenía que mirar con las manos en un fondo de fango, lo que les obliga a rozar el lodo con la panza, pero con la precaución de no levantarlo. Metían las manos entre el barrizal en sus recorridos de orilla a orilla buscando lo que le ordenaba la misión encomendada.
Buscar en las orillas
El plan de trabajo que llevaban los submarinistas era rastrear las zonas más cercanas a las pantallas (muros) de las presas. Éste es el sitio que se considera más probable por la Guardia Civil para arrojar cualquier bulto, sea lo que sea. El tribunal que juzga la desaparición de Corella decretó el pasado martes la búsqueda de un cadáver en dos pantanos de Córdoba, uno de gran extensión y otro pequeño (Guadanuño), que abastece de agua a Cerro Muriano y al acuartelamiento que tiene su base en esta barriada de Córdoba. Esta exploración tenía que estar ultimada antes del próximo martes, día en que se reanudará el juicio por el caso el Nani.
Entre ambos pantanos se sitúa la finca Campo Alto, en el término municipal de Obejo (Córdoba), propiedad de los hermanos Messía Figueroa, que también fue rastreada hace dos años por la Guardia Civil por si en la misma hubiera sido enterrado Santiago Corella después de su desaparición, el 13 de noviembre de 1983. La orden de exploración de ambos embalses se debió a una segunda declaración efectuada por el testigo Luis Miguel Rodríguez Pueyo, quien aseguró que Jaime Messía Figueroa le confesó que se había hecho cargo del cuerpo sin vida de Santiago Corella y lo había arrojado al pantano de Puente Nuevo, situado a nueve kilómetros de su finca. Rodríguez Puey , antes de consultar un mapa, testimonió en la vista oral que era en el embalse de Guadalén, en Jaén, donde había hecho desaparecer al delincuente una vez muerto.
Jaime Messía, presuntamente implicado en el atraco a la sucursal de Banesto de la calle de la Lealtad, en Madrid, mantenía relaciones de amistad con el policía Victoriano Gutiérrez Lobo, procesado por la desaparición del Nani, con el que había cazado en más de una ocasión en la finca Campo Alto. Los guardas aún recuerdan al policía como a don Víctor.
Antonio Centeno, encargado del mantenimiento de la presa de Guadanuño, explicaba que en una sola ocasión, hace ocho años, vio a Jaime Messía aparecer por la presa. En aquélla fue porque se había quedado inmovilizado el Land Rover en el que viajaba con otra persona no identificada por Centeno, que se sorprendió por el lugar que transitaba con el vehículo, aunque éste fuera un todo terreno.
Ahora queda que el capitán Félix Lorenzo, jefe de la operación, eleve su informe a la Audiencia Provincial de Madrid, aunque los resultados de la exploración ya se conozcan extraoficialmente.
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