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Entrevista:

Iturriaga: "Me llevo un par de fotos en la maleta"

La 'mafia' perdió a uno de sus baluartes

Luis Gómez

Juan Manuel López Iturriaga ha dejado 12 años en el Madrid para regresar a Bilbao, su ciudad natal. "Es un regreso al futuro", dice un jugador que dio al Madrid uno de los escasos gritos de guerra que ha tenido. Era el Itu, Itu, que ahora viaja a otros confines. Con Iturriaga, jugador poliédrico, buen pasador, aspirante a novelista y filósofo en los ratos de ocio, desaparece del Madrid algo más que un jugador. Es el último mohicano. Con el también se acabó la mafia del Madrid, uno de los secretos que convirtió a un grupo de jugadores en un equipo campeón.Pregunta. ¿Se va o le echan del Madrid?.

Respuesta. Hombre, quizás ese verbo es muy duro. Parte de un planteamiento deportivo, de una renovación, en la que se trata de ir quitando a los más antiguos, caso de Alfonso Del Corral, Corbalán y yo, que somos los que tenemos más edad.

P. ¿Así de sencillo?.

R. En principio.

P. Y con ustedes, ¿qué se acaba?.

R. Se acaba un ciclo, una forma de relación, de convivencia, que durante unos años ha existido en el Madrid. Dentro de una corriente más profesionalizada se va a planteamientos menos humanos entre comillas. Posiblemente Alfonso, Juanito y yo éramos representantes de una concepción no deportiva sino global de la forma de ser dé un equipo. Todavía quedan jugadores que vivieron esa época y supongo que algo quedará.

P. Digamos que con ustedes muere la mafia del Madrid.

R. Eso salió hace unos cuatro años y se dijo que los representantes de la mafia éramos Corbalán, Fernando Martín y yo, que teníamos un peso deportivo importante que lo llevábamos también fuera de la cancha. Llevábamos la bandera. En cuanto al concepto de mafia, digamos que era una mafia positiva y de hecho los resultados y el funcionamiento lo demostraron. Ahora, quizás se ha acabado esa época y se camina hacia un sistema más a la americana de llegar, entrenar e irse a casa. Y en aquella época había algo más. Probablemente se acabará la imagen de un grupo de amigos jugando al baloncesto.

P. Luego, ¿considera que es positivo que exista un grupo así, o mafia, en un equipo?.

R. Creo que a igualdad de potencialidad deportiva, un buen funcionamiento interno del equipo te da un punto de cohesión, de confianza, que tiene su reflejo en el campo. Hemos pasado situaciones difíciles y ese funcionamiento interno ayudó. Ayuda a levantar a un jugador, a resolver problemas deportivos en una habitación.

P. Desde luego le sirvió a algunos jugadores para salvar el pellejo, caso de Biriukov o Robinson, entre otros.

R. Tanto como salvar el pellejo... Nunca hemos ejercido como lobby de presión aunque nuestras opiniones siempre se han hecho públicas. Eso en ciertos momentos ha evitado que se tomaran decisiones drásticas. En el caso de Biriukov no diría eso, pero Robinson sí contó con nuestra colaboración. A la gente que ha demostrado ser válida para el equipo se la ha defendido.

P. También probablemente habrán ayudado a caer a algún jugador.

R. Caer probablemente no. Así como hemos podido ayudar más que perjudicar, nadie nos puede acusar de que le hayamos negado la ayuda. No sé, no sé, creo que pocos jugadores pueden estar dolidos con nosotros. No quiero dar nombres. Ha habido casos en los que se ha defendido a alguien a muerte y luego a salido por peteneras, caso de Robinson.

Funciones

P. ¿Y cual era su función en la mafia?. Porque se decía que Corbalán era el líder y que Fernando Martín era algo así como el brazo armado.

R. Cada uno tenía su función acorde a su forma de ser. Juanito era el más oficialista, Fernando Martín es Fernando Martín, luego estaba Alfonso, que fue el último en incorporarse, y que, como él dijo, le dio un punto sensible, un trozo de sensibilidad al equipo. Y yo dependía de mi estado de ánimo. Era un grupo equilibrado en el que había un poco de todo. Y así nos fue. Aparte de ser buenos jugadores, había una estructura sólida, que empezó a fallar cuando Fernando Martín se fue a Estados Unidos.

P. Ustedes paraban los golpes.

R. Desde luego. Teníamos un efecto amortiguador. Los golpes se absorbían bien. Los problemas que hubo nunca afectaron a la marcha del equipo. Para Lolo fue más cómodo, desde luego.

P. Lo que sí parece es que esta mafia ha sido una de las claves de la continuidad de Lolo Sáinz como entrenador. Algunos directivos han reconocido que siempre que se habló de cesar a Lolo Sainz se tuvo en cuenta que era un entrenador muy apoyado por determinados jugadores.

R. Sí. Defendimos a Lolo Sainz por encima de planteamientos deportivos porque Lolo era una pieza que encajaba. Nunca hemos hecho presión, sin embargo, pero puede que en algunos momentos eso haya influido.

P. Y ahora, todo eso se ha acabado de golpe.

R. Ha desaparecido parte de esa filosofía y creo que es un aspecto que no se ha tenido en cuenta. Deportivamente puede ser más o menos discutible, pero creo que va a tener efectos internos importantes en el funcionamiento del equipo.

P. Lolo Sainz ha sido quien le ha apartado del equipo, precisamente cuando se decía que usted era su niño mimado.

R. Creo que lo que se demostró es nuestra relación fuera del campo era correcta hasta hace poco, pero eso no traspasaba otros temas. Y esto ha sido una demostración.

P. ¿Lolo Sainz le ha fallado?.

R. Creo que se podían haber hecho las cosas mejor de lo que se han hecho, sobre todo en la forma.

P. ¿Le han hecho una mala jugada?.

R. Hay que diferenciar el Madrid como sociedad y algunas personas que están dentro. Me voy satisfecho de los años que he pasado aquí. En general, la gente se ha portado bien. Me llevo un par de fotos en la maleta para poner en mi diana.

P. ¿No ha pagado demasiado caro una cierta imagen de jugador conflictivo?.

R. Hace años, cuando esto empezó a tomar auge, me colgaron apellidos muy bonitos, lo bien que juega, hace no se qué, dice no se qué, escribe no se qué. Esto ha tenido un efecto boomerang y cuando las cosas han empezado a no ir tan bien se han vuelto en mi contra. Lo que era bueno pasó a ser conflictivo. Ha habido, también, varios personajes tanto del mundo del baloncesto como del periodístico que han hecho una cierta cruzada para desprestigiarme. Es curioso que ese efecto que tengo sobre el público, al que creo que caigo simpático, no lo tengo sobre determinadas personas que me han acribillado.

P. Y ahora al Cajabilbao.

R. Sí, y no se lo que va a pasar tanto personalmente como a nivel de equipo, pero espero que estemos en el origen de un equipo sólido. Hay bastantes jugadores nuevos y necesitamos un tiempo. Está claro, también, que el Cajabilbao ha hecho un esfuerzo y debo corresponder.

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