El plan de aparcamientos para residentes ha quedado desbordado por el aumento de automóviles
El aumento anual de un 5% en el parque automovilístico madrileño está provocando que la construcción masiva de aparcamientos para residentes no logre efectos apreciables en las zonas donde se realizan. Según fuentes municipales, los 250 vehículos de media que tras 18 meses de obras dejan la superficie para ocupar plazas subterráneas son inmediatamente sustituidos por otros tantos coches, que aparcan en las plazas liberadas. Entre tanto, muchos de los aparcamientos obligan a levantar plazas y calles, algunas importantes, como Narváez, con la consiguiente incidencia en el tráfico.
El área de Circulación y Transportes del Ayuntamiento quiere adjudicar este mismo año 40 nuevos estacionamientos subterráneos en Madrid. Esta nueva fase del Programa de Aparcamiento de Residentes está motivada por la insuficiencia de los 80 previstos dentro de la primera parte del plan, que iniciada en 1982 será terminada el próximo verano.En la actualidad, de la cifra prevista están ya en funcionamiento 36, y el resto se encuentra en su mayoría en construcción; cuando sean terminados habrá en total 17.500 plazas de aparcamiento subterráneo para residentes.
Sin embargo, este número de plazas es insuficiente para atender las necesidades de la ciudad, cuyo parque automovilístico se incrementa en más de 50.000 vehículos todos los años. Los 40 aparcamientos previstos en la segunda fase cuyo plazo de construcción durará una media de 18 meses, no crearán más que 10.000 plazas nuevas, lo que supone que la oferta seguirá yendo por debajo de la demanda.
El coste medio de las plazas de aparcamiento compradas por los vecinos se eleva actualmente a 700.000 pesetas, pues, según fuentes municipales, según la zona y los costes de construcción, los precios que se están pagando por plaza oscilan entre las 550.000 y las 950.000 pesetas. A pesar de ello, los residentes suelen interesarse en la compra de las plazas más que por encontrar sitio en su barrio, por un deseo de aumentar la seguridad ante las frecuentes sustracciones de coches y en el interior de los coches.
Fuerte demanda
Para realizar estos aparcamientos, el Ayuntamiento hace u a cesión del subsuelo por 50 años, y el interesado, que previamente ha realizado un estudio de mercado, opta a la concesión. Por lo general, cuando se inician las obras el 50% de las plazas suele estar comprometido por residentes de la zona. Si ya en funcionamiento las plazas de aparcamiento no están vendidas en su totalidad, el concesionario puede establecer un sistema de alquiler por temporadas de las plazas vacantes. En los últimos meses se ha comenzado a aplicar un nuevo sistema basado en el leasing, se le ofrece a la persona que alquila la plaza la posibilidad de comprarla, descontando del precio total la cantidad hasta entonces pagada.
Hasta ahora la mitad de los emplazamientos elegidos han sido zonas terrizas, lo que ha permitido su conversión, tras la obra, en espacios ajardinados o deportivos. Sin embargo, en el resto de los casos los aparcamientos han sido concedidos bajo calles o plazas. Así se han realizado 14, entre ellos los de la avenida de Bruselas, la calle de San Francisco de Sales o Bristol.
El plan contempla la ubicación ba o calles y plazas madrij leñas de otros 14 aparcamientos, muchos de ellos ya en construcción. Destacan los de la calle de Narváez, que permanecerá cortada hasta después del verano. Otros estacionamientos están ubicados en la plaza del Niño Jesús o en las calles Estrella Polar, General Álvarez de Castro, Sor Ángela de la Cruz, Juan Hurtado de Mendoza o Rafael Salgado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.