Solana, de cartera en cartera

Javier Solana, de 46 años, fÍsico, cerró ayer una etapa de su vida en el Gobierno con una agenda apretada. Como ministro de Cultura, estuvo presente ayer en la comida con el tenor José Carreras ofrecida por el ICI; como Portavoz del Gobierno, cargo que ocupaba también desde 1985, ofreció a los periodistas la última referencia del Consejo de Ministros. La distinta actitud hacia los medios de uno y otro departamento ha marcado claramente sus seis últimos años. Las quejas de los periodistas sobre los silencios de Solana como portavoz se transformaban en agobio ante la acumulación informativa de las labores que desarrollaba Cultura.Los seis años de Javier Solana como ministro de Cultura han coincidido con un gran desarrollo de acontecimientos culturales y artísticos. Tanto el ministerio como ayuntamientos y otros organismos locales y autonómicos apenas han colaborado en la irrupción del ciudadano medio en la vida cultural.

La gestión de Solana ha buscado adecuar la legislación española a una demanda creciente de cultura. La promulgación de la Ley del Patrimonio Histórico Español (por la cual se pudo obtener el legado Miró) y la de la Ley de la Propiedad Intelectual, que regula la protección del derecho de autor, suponen su aportación legislativa más relevante.

La normativa de ayudas al cine español de 1983 ha sido polémica, por la forma en que se ha aplicado. El decreto permitió la entrada de nuevos realizadores, y si la producción de filmes bajó de más de 100 anuales a unos 70 de media, esta reducción se ajusta mejor a la capacidad de consumo y exportación actuales.

El ministerio de Cultura deja pendiente la articulación jurídica y las desgravaciones fiscales a las inversiones en materia cultural a través del mecenazgo y la esponsorización, algo que exigen las cada día más numerosas y poderosas fundaciones privadas en cuyas manos está el 10 % de las actividades culturales que se realizan en España.

Tras el plan de transferencias a las comunidades autónomas, Solana emprendió la remodelación de un ministerio que iba quedándose sin competencias. El Instituto de las Artes Escénicas y de la Música, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, el Museo del Prado, el Consejo Superior de Deportes, el Instituto de la Juventud y el Instituto de la Mujer han gozado de plena autonomía durante el mandato de Solana.

Las más espectaculares medidas del escaparatismo cultural que ha asumido el ministerio de Cultura en estos años son: la recuperación del cuadro de Goya La marquesa de Santa Cruz y el traslado temporal de la colección Thyssen-Borriemisza al palacio de Villahermosa de Madrid.

Javier Solana compatibilizó su cargo en Cultura con el de portavoz del Gobierno desde julio de 1985. Ese puesto le ha dado mayor grado de cercanía al jefe del Gobierno, pero también puede haberse visto afectado por .las públicas quejas del presidente Felipe González sobre el maltrato que recibe de los medios de comunicación.