Emilio Ybarra, nuevo vicepresidente, y Urgoiti y Gúrpide, consejeros delegados del Bilbao-Vizcaya

Los consejos de administración de los bancos Bilbao y Vizcaya aprobaron ayer, en sendas reuniones, la composición paritaria de la comisión delegada permanente y de la de control del nuevo Banco Bilbao-Vizcaya, así como del comité de dirección colegiado, que estará formado por los consejeros ejecutivos. Emilio Ybarra, hasta ahora vicepresidente y consejero delegado del Banco de Bilbao, ha sido nombrado vicepresidente del nuevo banco. Javier Gúrpide, consejero director general del Bilbao, ha sido nombrado consejero delegado del nuevo banco, junto con Juan Manuel Urgoiti, que ya lo era del Banco de Vizcaya.

La composición de los órganos de gobierno y dirección del Banco Bilbao-Vizcaya supone un nuevo paso en el proceso de fusión y representa un cambio radical sobre los organigramas existentes hasta ahora en la banca española al optar por un desarrollo horizontal y colegiado en lugar de vertical. La primera decisión que tomaron los dos consejos fue el nombramiento de José Ángel Sánchez A:3iaín y Pedro Toledo como presidentes de la nueva entidad. A la presidencia se incorporará Emilio Ybarra, hasta ahora segundo del Banco de Bilbao, como vicepresidente.La comisión delegada permanente del consejo, que tendrá los máximos poderes delegables de la entidad, estará formada por los dos presidentes y el vicepresidente y por siete consejeros no ejecutivos (tres procedentes del Bilbao y cuatro del Vizcaya), de forma que se respeten escrupulosamente los términos de igualdad pactados en las bases de fusión.

Comisión delegada

Eduardo Aguirre, Gervasio Collar y Faustino García-Moncó son los miembros de la comisión permanente que proceden del Banco de Bilbao, mientras Ángel Galíndez, Federico Lipperheide, Javier Prado y Juan Manuel Zubiría proceden del Banco de Vizcaya. A la comisión delegada permanente asistirán los consejeros ejecutivos miembros del comité de dirección, aunque no tienen voto. La experiencia de esta comisión es que son muy escasos los momentos en los que las decisiones se toman por una votación en sentido estricto. Fuentes del Vizcaya señalaron que hasta ahora, en su entidad sólo se había votado en tres ocasiones en una comisión que se reúne al menos una vez a la semana.La comisión de control del Banco Bilbao Vizcaya, cuyo presidente tiene que ser nombrado por el consejo de administración, estará formada por ocho miembros: José Domingo Ampuero, Raimundo de Basabe, Guillermo Barandiarán, José Manuel Delclaux, Ramón de Icaza, Joaquín Nebreda, Enrique Sendagorta y Pedro Zubiaga.

El comité de dirección, órgano colegiado sobre el que recaerá la gestión cotidiana de la nueva entidad, estará formado por los siete consejeros ejecutivos y los presidentes y el vicepresidente del Bilbao-Vizcaya. Cuatro consejeros proceden del Vizcaya: Juan Manuel Urgoiti -que será consejero delegado de la entidad, como lo era del banco-, Francisco Luzón, Alfredo Sáenz y José Antonio Sáenz-Azcúriaga, y tres del Bilbao: Javier Gúrpide, que ha sido nombrado consejero delegado; Enrique Más, y Álvaro Rengifo, que ha sido nombrado consejero para mantener el mismo número de representantes de los dos bancos, ya que uno de los presidentes y el vicepresidente son del Bilbao, mientras que sólo un presidente pertenece al Vizcaya.

Dirección colegiada

El comité de dirección tendrá una actuación colegiada, pero los niveles inmediatamente inferiores de la nueva estructura que está a punto de culminarse sólo dependerán de uno de los miembros de dicha comisión. En principio existirán en este segundo nivel -el peine, según la jerga que se utiliza en el Bilbao-Vizcaya- cerca de 50 unidades -las púas-, que deberán ser adscritas a cada uno de los miembros del comité de dirección.Entre estas unidades estarán las de negocio, que serán cerca de una treintena y en las que se incluirán las organizaciones territoriales nacionales, las internacionales, banca corporativa, tesorería, etcétera, así como las unidades generales que faciliten el trabajo de éstas y los servicios centrales de apoyo a las presidencias y de control general de la actividad. Junto a éstas también estarán las divisiones de seguros, inmobiliaria y de sectores paralelos.

Dentro del nuevo esquema organizativo, los consejeros delegados no jugarán un papel sustancialmente distinto al desempeñado por los consejeros ejecutivos como era tradicional hasta ahora en la banca española. La creación de un comité amplio de dirección viene determinada por las nuevas necesidades y perspectivas que se abren al nuevo banco, que debe generar nuevos negocios y vías de desarrollo para generar nuevos recursos.