La reconversión industrial costará 2,5 billones de pesetas

La política de reconversión industrial en España supondrá, cuando haya finalizado el proceso, una inversión pública de 2,5 billones de pesetas, de los que aproximadamente 1,7 billones se han destinado al saneamiento financiero de las empresas afectadas, siendo el principal beneficiario de ello la banca privada. Los datos fueron presentados por los economistas de la universidad Complutense Mikel Buesa y José Molero en el congreso dedicado a analizar la regulación económica celebrado durante el pasado fin de semana en Barcelona. Según dicho estudio, la reducción de plantillas será del 35%.Las empresas que más se han beneficiado de los recursos públicos son las de propiedad estatal, que han obtenido el 70% de los recursos, desde la perspectiva de las fracciones de capital presentes en las empresas reconvertidas. Los otros favorecidos han sido las empresas multinacionales, tratadas más favorablemente que las de capital nacional, pero "la fracción de capital que en una perspectiva global ha sido tratada más favorablemente ha sido la banca privada", afirman los ponentes, ya que la política de reconversión permitió a los bancos reducir progresivamente sus vinculaciones con las empresas afectadas por el proceso de reconversión, reduciendo sus participaciones de capital en las mismas e incumpliendo compromisos crediticios. En paralelo, una parte de los recursos públicos ha servido para cancelar deudas de las empresas con las entidades bancarias.

Los sindicatos

El informe hace también referencia a la postura de los sindicatos, partidos políticos y comunidades autónomas a lo largo del proceso de reconversión industrial. Los sindicatos han mantenido, afirma, una actitud ambivalente, de apoyo, por una parte pero también de resistencia a las medidas concretas. Los trabajadores afectados han logrado un tratamiento mejor por parte de la Administración que los que perdieron el puesto de trabajo en empresas no reconvertidas. En total, el número de empleos perdidos era de 63.560 a finales de 1986, lo que representaba el 23%. de las plantillas al inicio del proceso, y será de 100.689, el 35% de las plantillas, una vez finalizado.Los partidos políticos apenas intervinieron en la reconversión industrial, mientras que las comunidades autónomas han sido escasamente beligerantes, llegando, dice textualmente el informe, "incluso a no ejercer plenamente sus competencias".

A pesar del esfuerzo realizado, el balance es valorado como "mediocre", ya que no ha contribuido a mejorar la posición del sistema productivo. Las empresas han conseguido reducir las ventas y adecuar su tamaño al mercado, han reducido costes de personal y han aumentado la productividad, pero el conjunto de los resultados es negativo.