Los Lakers recuperaron su prestigio perdido en el tercer partido de la final de la NBA

Los Detroit Pistons han descubierto quiénes son los Lakers de Los Ángeles cuando juegan como campeones. Son rápidos, duros y no tienen misericordia. Si los Pistons no responden en los dos próximos partidos, que se jugarán en Detroit, la final de la NBA acabará más pronto de lo esperado. El domingo por la noche, los Lakers ganaron por 86-99 en Detroit, y ganan la serie, al mejor de siete partidos, por 2 a 1.El domingo, los Lakers dominaron desde el primer minuto. El golpe mortal llegó, en el tercer tiempo, en el que anotaron 12 de los primeros 16 puntos, para tomar una ventaja de nueve. "Nos dieron un tortazo", dijo el alero Adrian Dantley. "Por fin jugamos los 48 minutos completos", dijo Magic Johnson, quien de nuevo fue el mejor de su equipo. "Marcamos muy fuerte, les obligamos a hacer lanzamientos malos, y contraatacamos a toda velocidad", explicó el mejor jugador de los Lakers.

Johnson se crió en las cercanías de Detroit, y su familia estuvo presente. Fue la primera vez que su padre le vio jugar una final de la NBA, y Johnson le llenó de orgullo. Encestó siete de ocho lanzamientos, y terminó con 18 puntos, 14 asistencias, seis rebotes y tres robos de balón. Pero lo más importante fue que los Lakers jugaron al nivel de Johnson. El alero James Worthy obtuvo 24 tantos; el alero A.C. Green, 21; el base Byron Scott, 18, y el suplente Michael Cooper, 18. El pivot Karim Abdul Jabbar, a quien le están pesando mucho los 41 años de edad jugó su mejor partido de la serie, terminando con 12 puntos, y siete rebotes.

"La diferencia fue que todos participamos en los contraataques", dijo Johnson. "Mis compañeros dejaron de esperarme a mí. Si los Pistons me tenían marcado, ellos mismos salían corriendo".

Los Pistons han caído en sus vicios errores. El base Isiash Thomas fue el mejor anotador, con 28, pero cuando él es el mejor casi siempre es señal de que los tiros no han funcionado. La frustración de los Pistons fue tan grande que recibieron tres faltas técnicas en los últimos cinco minutos de partido, dos de ellas para el técnico Chuck Daly, que fue expulsado. "Dejamos de pensar"`, dijo como excusa Bill Laimbeer.

Hoy y el jueves se jugará en Detroit, pero los Pistons ya no podrán ganar el título en su cancha. "Por alguna razón, nos quedamos en blanco", dijo Daly.