En busca del heredero de Platini

La Eurocopa va a convertirse en el último escaparate de moda de las estrellas del balón. En un fútbol como el actual, que se mueve cada vez más encorsetado, aún quedan jugadores con el carisma y la calidad suficientes para destacar. Europa busca a un nuevo rey, al heredero del magnífico Platini de hace cuatro años en Francia, y los nombres de Gullit, Koeman, Bosman, Matthaus, Barnes, Zavarov, Belanov, Vialli, Michel y Butragueño suenan con fuerza como posibles herederos.

Holanda se presenta con la apariencia de poseer el mayor y más amplio ramillete de figuras Rutid Gullit, mejor jugador europeo en la presente temporada, se ha convertido en el futbolista más carismático tras la conquista del scudetto itialiano con el Milán, destrozando incluso en la admiración de los tifosi al mismísimo Diego Maradona. Gullit es un jugador con una versatilidad asombrosa polivalente, dotado técnicamente para destacar como ariete rompedor, fino estilista del regate en la media punta, auténtico organizador en el centro del campo o un líbero modernoRonald Koeman, la estrella del Eindhoven, ha derrochado este año tanta energía y capacidad futbolística como dialéctica. Su autodenuncia de la lesión de Tigana, el líder del Girondin de Burdeos, provocada intencionadamente por su compañero Gilhaus, le costó perderse el choque de vuelta de la semifinal europea contra el Madrid. En la Eurocopa, sin embargo, tendrá oportunidad de asombrar por su nueva concepción de la función de defensa libre. "Sus pases son como cohetes", ha dicho de él Robson, el seleccionador inglés.

Holanda tiene más individualidades. Mientras Van Basten, el ariete del Milán, no está plenamente recuperado de una lesión, Bosman, delantero del Ajax, ha tomado el relevo (cuatro goles en la fase previa). Queda la incógnita de R¡jkaard, amigo de infancia de Gullit de quien pudo recibir el contagio de la calidad de su juego, pero no de su garra. En su fugaz paso por el Zaragoza, Rijkaard ha dejado bien ganada fama de jugador vago e indolente.

Más problemas tiene Franz Beckenbauer para encontrar estrellas que brillen en su granítico bloque, aunque Lotthar Mattaus, el cerebro del Bayern Munich traspasado al Inter, le está respondiendo en los últimos tiempos como el líder que buscaba el célebre emperador del fútbol alemán. No acaba de cuajar del todo Olaf Thon, y todos los ojos apuntan como novedad hacia el delantero de 23 años Klinsman, del Stutgart.

Lineker y Barnes

Inglaterra presenta un ataque de lu o. Junto al azulgrana Lineker actúan dos de los tres mosqueteros del Liverpool: Berasdley y Barnes, elegido el mejor futbolista de las islas, pese a que Lineker (cinco goles en la fase previa) vuelve a ser el más rápido en el área marcando los tantos que se han echado de menos en el Barça.

La URRS ha perdido por lesión a dos espléndidos centrocampistas Yamovenko y Yaremchuck, el Dinamo de Kiev, pero mantiene a Zavarov -el Butragueño ucraniano- y a Belanov (cuatro goles en la fase clasificatoria), mejor jugador europeo de 1986.

Italia confia a ciegas en la explosión de Gianlucca Vialli, delantero del Sanpdoria. Vialli fue descartado hace años por los técnicos de la Juventus, y ahora su precio en el mercado italiano ronda los 2.000 millones de pesetas. Vialli marcó cuatro goles en la fase previa.

Dinamarca ha perdido buena parte del carisma de sus figuras. Eljker Larsen (Verona) está siendo muy criticado, casi tanto como Laudrup (Juventus), este último, además, con las secuelas de una lesión. La sorpresa podría ser PovIsen, delantero que hace dos años militó en el Castilla. La solidez danesa se centra en jugadores prácticos, como Lerby.

Finalmente, Irlanda ha perdido a su cerebro Brady y cuenta con Aldridge, el delantero que completa la tripleta ofensiva del Liverpool y que ha sido el máximo goleador de la Liga, aunque aún no se ha entrenado en la selección.

Las expectativas españolas se centran en Butragueño y Michel, valorados en la prensa internacional por detrás de Gullit, entre 1.000 y 1.400 millones de pesetas, respectivamente.