El yudo español se siente discriminado por las autoridades deportivas
"Estamos exactamente igual que antes. Tengo muchas dudas de que esto mejore con el planteamiento que tiene el Gobierno. El yudo es el segundo deporte español, tras el fútbol, por número de licencias. Estamos metidos en los colegios, y lo practican todas las clases sociales, niños y mayores, pero no se valoran. Estamos discriminados". Luis Báguena, presidente de la Federación Española de Yudo, ha estado siempre en contra de las estructuras deportivas, y se muestra reticente y escéptico ante el futuro. En los Campeonatos de Europa que se iniciaron ayer en Pamplona, los españoles apenas aspiran a entrar en finales.
JUAN JOSÉ FERNÁNDEZ, El yudo ha sido el último deporte en entregar un nuevo programa, con vistas a Barcelona 92, a la Asociación de Deportes Olímpicos (ADO 92). El primero le había sido rechazado. Todo está en la línea contestataria de Báguena frente a los poderes deportivos. "Francia tiene 1.000 millones de presupuesto -dice-, y el presidente, una avioneta. Así puede ser una potencia mundial. A nosotros, por lo visto, no nos sirve haber tenido 120.000 licencias el año pasado y que nuestro deporte lo practiquen nifíos y mayores de 70 años. Somos la única federación, junto a tenis e hípica, sin dinero para organización. Tenemos un nivel puramente de subsistencie, dice Báguena."Estoy contento de que me den 48 millones si es que por fin aparece un patrocinador, pero eso no solucionará el problema de fondo. No tengo problemas con la ADO 92. No he tenido prisa en mandar el programa porque si no hay dinero no se puede hacer nada. En Francia o la RFA, el yudo es el segundo o tercer deporte. Aquí se nos trata como al badminton. Hay cosas cuya importancia no se puede cuantificar, pero otras sí".
Extraña mezcla
El yudo español, es una extraña mezcla histórica de triunfos y conflictos. "Estos últimos -dice Báguena-, se han utilizado políticamente para desprestigiar, incluida la muerte de un personaje que no era del yudo, sino abogado, y no se metieron con los abogados".
Sobre la falta de éxitos, Báguena señala: "Hemos ganado medallas de plata, pero ni se nota. No tenemos publicidad. No podemos hacerla. No es posible con este presupuesto".
Sin embargo, es un hecho que, España tuvo a figuras como Ojeda, De Frutos, Ortega..., y no ha vuelto a tenerlas. Curiosamente, Báguena dice que duraron poco tiempo, pero admite la gran realidad de que los ginmasios son el gran freno. La mayoría de yudocas con proyección, en cuanto adquieren un cierto nivel o nombre, se dedican a dar clases para ganar dinero y garantizar su futuro, con lo que no dedican tanta atención a prepararse para la competición.
El presidente del yudo, incluso en el programa que ha enviado a la ADO 92, insiste en los problemas del futuro de los deportistas. Según él falta un centro de salto rendimiento. Los yudocas, que son completamente amateurs, no tienen porvenir en España si no es con la salida de profesores en un gimnasio.
Precisamente las autoridades deportivas han mantenido siempre que el yudo no necesita más subvenciones al mover una gran cantidad de dinero con los gimnasios. Según Báguena, la mayoría son negocios para malvivir y los cinco grandes que hay tienen el yudo como una parcela muy concreta, junto a otras muchas cosas, desde una máquina o una sauna hasta clases de sevillanas.
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