"Le pido al seleccionador que no me haga más daño"

, Sibilio está dolido con el seleccionador español de baloncesto porque ha prescindido de él para el Preolímpico de Holanda. Cree que Antonio Díaz Miguel no ha explicado bien las razones de su marginación y que incluso se ha metido con su persona. Sibilio está dolido: "No quiero comentar este tema porque es inútil". Pero añade: "Le pido al seleccionador que no me haga más daño del que me ha hecho con sus comentarios, que no intente mancharme más".

Pregunta. En una ocasión, en Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, usted dejó plantado a Díaz Miguel diciendo que no quería ir a la selección, y ahora el seleccionador le ha devuelto la moneda no convocándole para el próximo Preolímpico.Respuesta. No quiero comentar nada sobre este tema. Estamos en un país libre, pero no hay que levantar polémicas.

P. Díaz Miguel dice que usted se desmotiva cuando no es titular, y así no se puede ir a una selección.

R. Ese señor no debería levantar injurias. Yo no tengo nada que recriminarle, es decir, puede decir que no me eligió porque no lo creyó oportuno, porque no soy el jugador idóneo, pero no debe ponerme motes encima. Y además, no debe contar que habló conmigo, porque no lo hizo. Le pido que no se meta más conmigo, que no intente desmoralizarme, que no me haga más daño, que no intente mancharme más con cosas personales.

P. Si el seleccionador le hubiera convocado, ¿hubiera acudido?

R. Sí. Pero a lo mejor ahora incluso prefiero irme a mi casa.

P. Y, claro, volverá, como cada verano a Santo Domingo, para jugar las ligas de verano, que además le resultan rentables económicamente.

R. Cuando acabe la Liga me iré a casa, sí, pero para estar con mi familia, a la que no veo desde que murió mi hermana. Y allí decidiré. Si me encuentro a gusto, igual no hago nada, pero si me falta algo, igual me vuelvo a apuntar a esa liga.

P. ¿No cree que su ausencia en la selección puede estar motivada por no figurar últimamente como uno de los fijos en el cinco inicial del Barcelona.

R. Se habla demasiado de eso. No soy fijo en el cinco inicial como tampoco lo era la pasada temporada, y entonces no pasó nada. Esas son cábalas que la gente sólo saca cuando le interesa. Eso de decir si eres titular o no es una tontería como un piano.

P. Pero usted ha pasado a ser prácticamente el jugador número 7 del equipo.

R. Yo exijo jugar, no salir en el cinco incial. Es normal que el entrenador saque a los jugadores que se encuentren en mejor momento, y en mi puesto está Andrés Jiménez, que ahora está mejor que yo, y lo lógico es que juegue el de salida.

Peor nivel

P. Es decir, que reconoce que no está en su mejor momento de forma., o que no estuvo especialmente afortunado en el play-off de semifinales contra el Joventut.

R. Yo diría simplemente que este año no he jugado mal, pero tampoco he rendido al mismo nivel que en las tres últimas temporadas. En el play-off de semifinales no me he encontrado fino, dulce, como el año pasado, es decir, que me ha costado coger el ritmo de juego. Pero insisto, no estoy mal. ¡Si te descuidas te la meto!. Quiero decir, que si me dejan lanzar pensando que no estoy bien, lo tienen mal.

P. O sea, qué no está saturado de baloncesto.

R. Por muy cansado que estés, este cansancio se olvida cuando llegas a la fase final de la Liga. Yo llevo 20 días con molestias en el Talón de Aquiles, McDowell tiene problemas en el estómago, Epi..., pero todas estas molestias no existen cuando llega el partido, a no ser que tengas una lesión como la de Romay.

P. Sin Romay, ¿el Madrid tiene menos posibilidades de ganar la Liga que el Barcelona?.

R. Romay es vital en los esquemas defensivos del Real, es quizá el defensor más intimidador de Europa, un pívot que en los minutos que juega te mete un par de tapones, te hace perder un par de balones, y permite que su equipo se pueda ir de 10 o 12 puntos. Por eso creo que es una baja ostensible. Y, por otra parte, nosotros tenemos una ligera ventaja en el factor pista, al poder disputar en casa tres de los cinco partidos previstos, aunque el Madrid es un equipo capaz de ganar en cualquier campo contrario. Esos, y los partidos con el Joventut, son confrontaciones muy igualadas entre equipos muy buenos, en el que la victoria o la derrota se decide cuando uno de los dos se relaja o se despista.