El secretario general de Comisiones Obreras reitera su llamamiento a la unidad de acción con UGT

, La unidad de acción sindical y las críticas a la política económica y de empleo del Gobierno marcaron la pauta del discurso del secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, tras la manifestación de CC OO y la CNT por el Primero de Mayo. Durante el sexto Primero de Mayo que no celebran con UGT (desde 1982), Gutiérrez destacó que los dos sindicatos no están divididos ni enfrentados. Marcelino Camacho intervino en último lugar y cosechó la mayor ovación de los manifestantes en la primera ocasión que no lidera la fiesta de los trabajadores como secretario general de Comisiones.

Antonio Gutiérrez, Marcelino Camacho y el secretario general de la CNT cerraron la manifestación de CC OO y CNT por el Primero de Mayo en Madrid. La lluvia acompañó a los manifestantes desde la mitad del recorrido y aceleró las intervenciones de los líderes sindicales.Antonio Gutiérrez, en un discurso resumido por las condiciones meteorológicas, atacó la política de empleo de un Gobierno que, afirmó, "instalado en el poder, ha olvidado cualquier vestigio de izquierda". Aseguró que "es una falacia decir que se han creado 1.000 empleos netos diarios este último año", como declaró el presidente González; en su opinión, sin embargo, durante los cinco años de gobierno socialista el desempleo ha aumentado a razón de 630 parados al día.

Unidad sindical

"No se genera empleo", aseguré el secretario general de CC OO. Por este motivo, dijo, "nuestra lucha por cambiar la política antisocial debe continuar". Para esa lucha, aseguró, "la unidad sindical tiene que redoblarse a partir de mañana". Gutiérrez afirmó que la celebración separada del Primero de Mayo de UGT y CC OO no significa que ambos sindicatos estén enfrentados. "Estar separados hoy no significa que estemos divididos ni enfrentados, como antes", aseguró Gutiérrez, aunque en su opinión "no había ningún motivo para celebrarlo [el Primero de Mayo] por separado".

Gutiérrez criticó también la integración de España en la Unión Europea Occidental (UEO), que, en su discurso escrito, calificaba de "fraudulenta manera de incumplir el referéndum [de ingreso en la OTAN]". Reiteró que "este país está a la cabeza en número de guardias por cada 1.000 habitantes y en el pelotón de cola en cuestiones sociales".

El secretario general de CC 00 concluyó con una defensa a la reducción de la jornada laboral. "Comisiones Obreras luchará por una jornada de 35 horas semanales y por un máximo legal de 38 horas como primer paso". Y con la consigna "repartir el empleo para que trabajen más" cedió la palabra a Marcelino Camacho, quien fue recibido por la mayor ovación de los manifestantes. Antes que a Camacho, se registraron también fuertes aplausos en la confluencia con la calle de Atocha, en recuerdo a los abogados sindicalistas asesinados al comienzo de la transición.

Camacho afirmó en su intervención (que coincidió con el la de la lluvia, que había acompañado a la manifestación desde el mediodía, a su paso por el museo del Prado) que "España no seguirá siendo el paraíso de banqueros, multinacionales y especuladores". Defendió el pleno empleo y unas pensiones dignas. Y concluyó con la consigna: "Por el pleno empleo, trabajar cantando, luchar y vivir soñando", seguido por vivas ala unidad de los trabajadores, el Primero de Mayo y CC OO, coreados por los manifestantes.

El secretario general de la CNT, José March, hizo también un resumen del discurso que tenía preparado. La esencia del Primero de Mayo, las críticas al Gobierno y la defensa de la unidad en las movilizaciones sociales fueron los puntos sobre los que giró la intervención de March. En su opinión, "no hay ningún giro en la política económica del Gobierno, es la misma, y sólo agudiza las tensiones sociales".

La manifestación de CC OO y la CNT en Madrid concluyó a la una de la tarde en la Puerta de Alcalá. Partió a las 11.30 del paseo de las Delicias, y al comienzo presenció el saludo de Santiago Carrillo y Julio Anguita.

"Por el pleno empleo" era la consigna que abría la manifestación, a la que, según los organizadores, acudieron alrededor de 200.000 personas. Los manifestantes corearon consignas contra el presidente Felipe González, su política de empleo y sus relaciones con la patronal CEOE.

En toda España, y según las mismas fuentes, 600.000 personas acudieron a las manifestaciones convocadas por estas dos centrales sindicales.