Las cuatro Españas

La crisis económica y los primeros años de recuperación han diseñado un, nuevo mapa del desarrollo en el que emergen cuatro Españas. También han revelado, según cierto consenso observado entre los 66 expertos que escriben en los dos, números de Papeles sobre economía regional, que los mecanismos de solidaridad financiera son insuficientes para compensar la concentración en zonas ricas.

La teoría de las cuatro españas, es desarrollada por Julio Alcaide. Pero los datos de 1986 y 1987 y otros articulistas coinciden en destacar como ejes más dinámicos del país el arco costero mediterráneo (desde Gerona a Málaga), el valle del Ebro (desde Tarragona a Navarra, La Rioja y Álava), Madrid y Baleares y Canarias.

Efectos de la crisis

Junto a esta España que crece hay otra en crisis (Guipuzcoa, Vizcaya, Cantabria y Asturias), la España que sobrevive (regiones subpirenaica, gallega, del Duero y Bética), y la que se despuebla (Extremadura, Macizo ibérico, La Mancha y zona carpetana (Salamanca, Ávila y Segovia). El nuevo mapa empieza a perfilarse en parte antes de las crisis, aunque ha sido remarcado por la recuperación (a la derecha aparece la media 1986-87). Para los años centrales de 1973 a 1985 los analistas apuntan entre sus conclusiones el que se detuvo el proceso de concentración productiva, de población y de empleo; que las tasas de crecimiento no sólo fueron más bajas, sino más dispares; que se detuvieron los movimientos migratorios; y que se frenó casi en seco el proceso de aproximación o convergencia de las rentas regionales por habitante.

Pero como el paro y otros problemas han aumentado todas las regiones tienen argumentos para invocar ayudas y apoyos. Ha entrado así en revisión la política regional: los criterios de eficiencia y la necesidad de competir a nivel internacional priman ya sobre los de equidad y redistribución, de forma que se reducen los incentivos regionales y se critica la utilización de la empresa pública o la construcción indiscriminada de infraestructuras.

La puesta en marcha del Estado de las Autonomías no ha distribuido mejor la renta a nivel personal, como constatan las encuestas, aunque en varias regiones (País Vasco y Cataluña) una mayoría dice creer lo contrario. El propio ministro de Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, escribe que el sistema de financiación y su mecanimo de solidaridad -el Fondo de Compensación Interterritorial- "es una condición necesaria, pero no suficiente" para limar las diferencias.