La economía crecerá más del 4% este año, según los expertos

Una veintena de expertos en el análisis de la coyuntura, convocados por el Instituto de Estudios Economicos (IEE), ha llegado a la conclusión de que la economía española crecerá este año por encima del 4%. El vaticinio, más optimista que el derivado de la última revisión de objetivos gubernamentales, tuvo como contrapeso la opinión de que esta bonanza se da "a pesar de la política económica" y no está siendo aprovechada para acometer las necesarias reformas estructurales. Buena parte de las críticas se centraron en el "desgobierno" fiscal.

El informe del IEE, entidad que promueven empresarios de los grandes sectores económicos, parte de las impresiones de una veintena de responsables de servicios de estudios privados o de profesores universitarios y resalta el acusado desequilibrio que supone un crecimiento económico basado exclusivamente en la inversión y el consumo, de forma que el aumento de las importaciones deteriora el saldo comercial. Admiten que hasta ahora la balanza de pagos lo soporta bien, pero consideran que a medio plazo este modelo resultará inviable.

Mantener la inversión

Tras apuntar que los países en desarrollo crecerán cerca del 5% y los del Pacífico del 6% al 8%, el informe señala que quien se limite a aplicar políticas macroeconómicas convencionales de expansión de la demanda no marchará a la cabeza. Las recomendaciones se dirigen a garantizar la continuidad de la inversión. "La política económica", dijo Jorge Hay, jefe del servicio de estudios del Banco Hispano, "se ha planteado en España al revés, tratando de estimular la demanda". Para Luis Martínez Arévalo, de la Asociación Española de la Banca (AEB), el problema es que "no se sientan las bases para el crecimiento de la oferta".Para mantener pujante la inversión con el propósito de mejorar la oferta y de aumentar más las exportaciones y así reducir el déficit comercial, el IEE advierte que sería lamentable el que por razones fiscales o por el alza de los tipos de interés se quebrara un proceso de expansión iniciado por el crecimiento de los excedentes empresariales y la integración europea, entre otras causas. "Habría que hacerlo muy mal para que la economía española no creciera tanto", dijo Julio Alcaide.

Para los expertos que han inspirado el informe -también José Folgado, de la CEOE, el catedrático Antonio Pulido, del Centro de Predicción y Coyuntura (Ceprede) o Mariano Rabadán-, una de las prioridades es afrontar "el desgobierno de las finanzas públicas". Jorge Hay precisó que el gasto público, que absorbió casi dos puntos del PIB por aumento de la presión fiscal en 1987 y lleva el mismo camino en el presente año, está siendo muy expansivo cuando no hace falta y ha impedido el aprovechar los años buenos para erradicar el déficit público y disminuir la deuda. Ambas operaciones habrían servido de colchón ante años de coyuntura desfavorable.

A esta política fiscal se le atribuye la responsabilidad de que la política monetaria provocara con sus fallidos intentos de controlar la cantidad de dinero la elevación de los tipos de interés y, por la consiguiente afluencia de divisas, las presiones al alza sobre el tipo de cambio de la peseta. De ahí que, si bien el IEE juzga "excesivamente ambicioso" el objetivo de terminar el año con un 3% de índice de precios al consumo, "opina que la inflación no debería convertirse en la obsesión de la política económica".

Entre las reformas estructurales recomendadas figuran el superar "los grandes defectos del sistema tributario", mediante correcciones de la inflación, bajada de cotizaciones sociales, mejor trato de las plusvalías, etcétera; el desregular el sistema financiero, los transportes, las comunicaciones, las transacciones con el exterior y el mercado de trabajo; y el acometer con mayor claridad y firmeza la privatización de la empresa pública.