La FSM asume la permanencia de la base aérea de Torrejón de Ardoz
El 5º Congreso de la Federación Socialista Madrileña (FSM) acordó ayer asumir la permanencia de la base militar de Torrejón de Ardoz como instalación de las fuerzas del Ejército del Aire, tras considerar que el Gobierno de la nación ha cumplido los deseos de los socialistas madrileños al pactar la retirada de los aviones F-16 norteamericanos instalados allí. El sector mayoritario de la FSM rechazó una enmienda de la agrupación de Torrejón que consideraba la base un peligro para Madrid y su área.En el debate suscitado sobre esta cuestión, Izquierda Socialista vio derrotada su pretensión de incluir en la ponencia política una condena a la existencia en España de bases militares utilizadas conjuntamente por las fuerzas armadas de EE UU.
Ejecutiva
El congreso decidió anoche la composición de la nueva comisión ejecutiva regional, que aumenta el número de sus miembros de 29 a 33. Joaquín Leguina encabeza de nuevo la ejecutiva como secretario general, mientras que los guerristas pasan a contar con ocho miembros frente a los cinco que tenían ahora.
La candidatura propuesta anoche por el sector mayoritario contenía, entre otros, los siguientes nombres: presidente, José Acosta; secretario general, Joaquín Leguina; vicesecretario general, Luis Pérez; secretario de Organización, Francisco Cavaco; secretario de Administración y Finanzas, Nicolás Díaz Toledo; secretaria de Comunicación, Isabel Alberdi; secretario de Asuntos Económicos y Sindicales, José Velasco (que sustituye a Luis Larroque); secretario de Política Institucional, José Ramón García (releva a Ramón Espinar); secretario de Participación Ciudadana, José María López de la Fuente (por Dolores García Hierro); y Educación y Cultura, José Luis Fernández Rioja.
El aspecto más destacable de la ponencia de política autonómica es la renuncia a la reforma del estatuto de autonomía, una vez cumplido el plazo de cinco años que permite su revisión. Los socialistas madrileños optan por convenios con la Administración central como vía para aumentar las competencias.
Otro aspecto importante es la apuesta definitiva por el desarrollo del área metropolitana, que contrasta con la ausencia de referencias al resto de la región. La petición urgente de una ley de capitalidad y el respaldo a la candidatura de la ciudad para ser capital cultural europea en 1992, aparecen como dos de las aspiraciones prioritarias de la FSM tras este congreso.
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