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LA CARRERA HACIA EL ELÍSEO

Independentistas canacos asesinan a tres gendarmes franceses y secuestran a otros 29 en Nueva Caledonia

Lluís Bassets

El volcán de Nueva Caledonia volvió a prender ayer con un grave enfrentamiento, entre policías e indígenas melanesios en la pequeña isla de Ouvea, que se saldó con la muerte de tres gendarmes, varios heridos graves y el secuestro, por parte de los militantes independentistas, de 27 guardias móviles con su armamento. A 48 horas de las elecciones presidenciales de mañana domingo, que en Nueva Caledonia han sido convocadas conjuntamente con las elecciones regionales, el enfrentamiento de Ouvea ha enturbiado el clima de campaña presidencial y hace temer nuevos enfrentamientos en el resto del territorio ultramarino, situado a 20.000 kilómetros de París.

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Los violentos enfrentamientos de Ouvea, a 140 kilómetros Numea la capital de Nueva Caledonia, se produjeron en una emboscada a una patrulla y en el posterior asalto de un cuartel de policía por parte de un grupo de 30 independentistas, presumiblemente pertenecientes, al Palika (Partido de Liberación de Kanaky), una de las agrupaciones de extrema izquierda integradas en el FLNKS (Frente de Liberación Nacional Kanaky Socialista). Los tres policías murieron por golpes de hachas y machetes.El resto del destacamento fue desarmado y secuestrado en tres puntos distintos de esta pequeña isla de 40 kilómetros de largo por cinco de ancho. Las comunicaciones telefónicas con Noumea la capital de Nueva Caledonia, fueron cortadas por los rebeldes. Un refuerzo de 200 hombres fue enviado inmediatamente desde la capital para apeyar el destacamento atacado.

Ouvea cuenta con apenas 3.000 habitantes, todos ellos canacos, es decir, indígenas melanesios. Apenas 600 personas votaron en favor de la permanencia de Nueva Caledonia en la República Francesa en el referéndum sobre la independencia del archipiélago celebrado el pasado mes de septiembre. El resto de los votantes se abstuvo, atendiendo a las consignas independentistas, en desacuerdo con el tipo de plebiscito organizado por el Gobierno conservador francés de Jacques Chirac.

Referéndum

Las elecciones regionales, convocadas para mañana domingo, han sido rechazadas de nuevo por los independentistas, que han llamado al boicoteo activo. El FLNKS siguió hasta el referéndum de 1987 una línea de activismo pacifista, que ha sido criticada por sus militantes más jóvenes y radicalizados.El Gobierno conservador de Chirac ha realizado una eficaz tarea de marginación de los canacos. Nada más llegar al poder en 1986 empezó por ahogar financieramente las regiones de mayoría independentista, tres de las cuatro que tiene el territorio.

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Siguió luego con la convocatoria y victoria en el referéndum, en el que participaron todos los ciudadanos instalados en las islas, fueran o no de origen caledonio. Terminó con la redistribución de las circunscripciones electorales, destinada a dar el poder a la derecha francesa en tres de las cuatro nuevas regiones y con la convocatoria conjunta de elecciones presidenciales y regionales, criticada por socialistas e incluso centristas.

Esta escalada política se ha visto acompañada por el despliegue de policía y ejército en todo el territorio, en campamentos situados en las inmediaciones de las tribus indígenas. Unos 10.000 hombres en armas se hallan en total sobre el archipiélago, lo que significa una proporción de un soldado por cada seis canacos. De ese contingente, 3.000 pertenecen a ocho compañías republicanas de seguridad y 23 escuadrones de gendarmes, enviadas en las últimas semanas para coincidir con las elecciones presidenciales y regionales.

Los canacos recibieron un duro golpe en sus esperanzas de una salida pacífica a sus reivindicaciones cuando fueron absueltos los autores del asesinato en masa de Hienguene, en el que perecieron 10 personas, dos hermanos del dirigente canaco Jean-Marie Tjibaou, entre otros.

Jacques Lafleur, el máximo dirigente del RPCR (Asamblea para una Caledonia Republicana), equivalente del RPR (Asamblea para la República) de Jacques Chirac, señaló inmediatamente que "el deber de los caledonianos es no dejar en paz a los líderes que han dirigido estas acciones".

"Los manipuladores y los instigadores de estas violencias", añadió, "deberán comprender que se les complicará la vida: no podrán circular ni actuar libremente". Estas declaraciones han sido interpretadas por el FLNKS como un llamamiento a la caza del indígena.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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