Conmoción en Italia por la huelga de futbolistas

El próximo domingo no se jugarán los partidos del campeonato italiano de fútbol por una huelga acordada por los jugadores, la primera en la historia del país, que ha causado una auténtica conmoción pública. La decisión, adoptada por la asociación que agrupa a los jugadores profesionales, ha causado un verdadero caos por la anulación del semanal concurso de apuestas sobre el fútbol. Las pérdidas previstas se cifran en unos 6.840 millones de pesetas..Los centros que reciben apuestas de fútbol, que ya aceptaron millares de jugadas en todos los puntos del país, anunciaron que restituirán el dinero a los apostadores, lo que motivó la formación de largas colas para el reembolso y airadas protestas.

El motivo fundamental de la huelga se debe a los sueldos y a la participación de los jugadores extranjeros, un problema planteado por el sindicato de futbolistas a los clubes desde hace varios años, pero que jamás dio lugar antes a una medida de fuerza.

El sindicato aceptó de mala gana que cada sociedad pudiera ampliar el número de jugadores extran eros de dos a tres para la máxima división, pero siempre y cuando se mantuvieran sólo dos en la Segunda, en la llamada serie B. Sin embargo, de forma sorpresiva, la Federación Italiana de Fútbol hizo saber que durante el campeonato 1990-1991 -que coincide con el certamen mundial que se disputará en Italia- también los equipos de Segunda División podrán fichar a tres extranjeros.

El abogado Sergio Campana, que preside el sindicato de jugadores, dijo que el tema de los futbolistas extranjeros "ha sido siempre largo y tortuoso porque las fronteras se abrieron o cerraron según las exigencias de los clubes y la conveniencia del país, pero sin una norma precisa y coherente".

Los clubes han amenazado con enviar a los estadios el domingo a sus equipos juveniles, recordando que basta que haya siete deportistas en el campo para que el árbitro pueda disponer el inicio del partido. También anunciaron que todo jugador que no se presente verá su retribución disminuida por el equivalente de la jornada perdida y será también objeto de fuertes multas.

Aldo Serena, jugador del Inter, afirmó: "Los futbolistas queremos jugar y en los cinco días que restan se puede llegar a un buen acuerdo".