Núñez y la plantilla del Barcelona mantienen su divorcio, pese a la conquista de la Copa del Rey

El viaje de regreso a Barcelona, en la madrugada del pasado jueves, demostró una vez más el divorcio que existe entre la plantilla del Barça y su presidente, Josep Lluís Núñez que no dirigió la palabra a los jugadores al después del partido ni en el avión que les trasladó a su ciudad, en compañía de Jordi Pujol presidente de la Generalitat. Núñez, que declaró que el conflicto de Hacienda no está solucionado, aseguró que cumpliría el año que le resta de mandato, y se congratuló de haber rechazado la dimisión que había presentado Luis Aragonés. Los jugadores no hicieron declaraciones escandalosas. Eso sí, no ocultaron su alegría por haber logrado el título "pese a lo mucho que se ha dudado de nosotros", dijo uno de los titulares.

"No tendrá el valor de acercarse por aquí", comentaba irónicamente uno de los jugadores barcelonistas, situado en el fondo del DC-9 de Iberia Ciudad de Murcia, mientras Núñez y el resto de la directiva se mantenían en primera clase, acompañando a Pujol. El trofeo estaba sentado en uno de esos asientos de la zona reservada. Sólo al final del viaje alguien ordenó que el trofeo fuese trasladado a la parte trasera del avión "para que lo tengan los jugadores"."Los jugadores éramos los únicos, o los más convencidos, de que podíamos ganar la copa si jugábamos con inteligencia", señaló Víctor. "Hemos jugado con seriedad, bien organizados y planteándole serias dificultades a la Real Sociedad".

Víctor aseguró que la plantilla estaba convencida de que un gol sería suficiente para ganar la final, porque estos partidos se juegan con mucha tensión, se pierde mucho tiempo y hay poco fútbol. Además estábamos muy bien puestos sobre el campo, y eso nos ayudó a controlar el partido y mantener la ventaja adquirida".

"Hay problemas, claro que hay problemas", insistió Víctor. "Ya veremos si se resuelven, aunque la verdad es que es totalmente falso que los temas estén resueltos, entre otras razones porque cuando las cosas se piden con sentido común se pueden reivindicar con toda justicia". El jugador azulgrana niega que hayan salvado a Núñez con su victoria. "Nosotros hemos jugado siempre para ganar. Este trofeo es para nuestra afición, son ellos los que se merecen la copa".

Núñez, que mantuvo un largo diálogo con Pujol durante el viaje, realizó unas breves declaraciones nada más llegar a El Prat. Sobre el problema de Hacienda, señaló: "No es el momento de hablar de estos temas. El asunto no está solucionado, entre otras razones porque si ustedes me piden que les pague los impuestos no nos pondremos nunca de acuerdo".

El presidente aprovechó la ocasión para atacar a la oposición, que en la final de Copa volvió a colocar una pancarta alusiva a la esposa del presidente, María Luisa Navarro. "María Luisa, llevátelo al cine", rezaba el cartel. "Evidentemente, esta victoria cambia muchas cosas, sobre todo para la oposición. Sé que tenían preparada una nota para cuando perdiéramos. Me cuesta creer que barcelonistas de verdad estén redactando una nota mientras esperan la derrota del equipo. Les recordaría que somos el único equipo que en los últimos 10 años ha estado en cinco finales de Copa y ganado tres".

Núñez aseguró que la directiva había rechazado la dimisión de Luis días antes de la final. "Puso el cargo a nuestra disposición, pero creímos que no debíamos aceptarlo, pues confiamos en él. Antes de iniciarse el partido, Luis me enseñó la táctica que íbamos a emplear, y estaba convencido de que ganaríamos".

"No adelantaré las elecciones", comentó Núñez, "no sería justo preparar elecciones cada vez que un grupo de aficionados intenta romper la estabilidad del club. El Barcelona necesita el apoyo de todos, y espero que sean conscientes de que para ganar títulos y poder trabajar en paz hace falta tranquilidad". Segundos después de hacer estos comentarios, el presidente abandonó la sala de llegadas nacionales, a las dos de la madrugada del jueves, mientras un grupo de aficionados azulgranas gritaba: "¡Barça, si; Núñez, no!".

Recibimiento a la Real

La Real Sociedad, a pesar de no lograr la Copa del Rey, fue recibida en olor de multitud a su llegada a la capital donostiarra, informa Óscar Urretavizcaya. A pesar de que las condiciones climatológicas no invitaban a recibir a los jugadores, muchos seguidores blanquiazules se trasladaron al aeropuerto ondeando sus banderas al aire y dando gritos de apoyo al equipo.

Desde el aeropuerto, la expedición guipuzcoana se trasladó en autobús hasta San Sebastián en un trayecto de 20 kilómetros que no se pudo hacer con la rapidez deseada puesto que el equipo tuvo que detenerse en varias ocasiones a su paso por los diferentes pueblos.

Por fin, el autobús pudo llegar a San Sebastián. El equipo realista se trasladó hasta la Diputación Foral de Guipúzcoa, donde fue recibido por el diputado general, Imanol Murúa. El ambiente era extraordinario, como si el equipo hubiera logrado el triunfo. Tras esta primera recepción, la expedición se trasladó al Ayuntamiento donostiarra, donde fue recibida por la corporación municipal, con su alcalde, Xabier Albistur, a la cabeza. En el exterior, miles de personas seguían coreando gritos de apoyo al equipo.

Por otra parte, el Ayuntamiento donostiarra decidió elevar una protesta tras los incidentes surgidos a la finalización del encuentro.