"UGT está debilitándose cada vez más"

Antonio Puerta, hasta ayer secretario general de la federación del metal, la más poderosa de UGT, pasa por ser un hombre compenetrado con la política económica del Gobierno. UGT, y al frente de ella Nicolás Redondo, viene pidiendo hace meses que los trabajadores participen más en la recogida de los frutos de la dura etapa de saneamiento, durante la que han tenido que soportar los mayores sacrificios. Puerta no ha querido o no ha sabido acomodarse a la nueva situación. La brecha estaba abierta antes de que volasen las botellas y las sillas el pasado viernes en Barcelona.

Pregunta. ¿Piensa que se ha consultado a alguien más arriba, en el partido, antes de tomar una decisión respecto a usted?Respuesta. No lo sé, yo nunca he consultado al partido, pero tampoco oculto que admiro a Felipe González como dirigente político. Ni que pertenezco al PSOE ni tampoco hay que seguir ocultando que no he pensado en tener nunca un cargo político ni institucional mientras era secretario general. Cuando se habla de autonomía, de independencia del partido, creo que hay que hacerlo con un cierto rigor, porque muchos de estos compañeros que me están acusando de escudarme detrás del partido, han sido ocho años diputados nacionales o provinciales.

P. ¿Ha estado dispuesto a sacrificarse personalmente para que se saliera de la situación?

R. Ya lo estoy. Pero quería Regar a subir a la tribuna del congreso extraordinario de la federación. A cambio de eso habría dado todo lo que soy. Sólo quería llegar a esta tribuna. Porque si hubiera llegado, iba a ser muy difícil que se votara en mi contra por conciencia y por ética.

P. ¿A que le suena eso de que Roma no paga a traidores?

R. A nada, porque no estoy en ese escenario. Si se nos quita de la dirección del sindicato es porque así se ha decidido.

P. Su caso recuerda al de José Luis Corcuera.

R. Es distinto, porque José Luís Corcuera entendió que lo mejor que podía hacer es marcharse y yo he entendido que lo mejor en favor del sindicato y su democracia interna, a mi costa personal, era aguantar para poner al descubierto como se actúa.

P. Parece que Antón Saracíbar ha intentado apoyarle a pesar de todo.

R. Usted lo ha dicho, parece. Yo creo que ha llegado la hora de que Antón Saracíbar diga en público, lo que dice en privado, respecto de lo que piensa de todo esto.

P. Qué tiene que añadir respecto de Miguel Angel Ordóñez, Paulino Barrabés y Apolinar Rodríguez, quien dice, por cierto, que es falso que él se haya reunido en Madrid con personas del sindicato del metal para instigar la crisis.

R. Es absolutamente falso lo que él ha dicho. Hay pruebas de la Llora, el hotel, etcétera. Esos son métodos poco democráticos, propios de la debilidad de quien no tiene base sindical. Defienden el principio de localizar siempre la responsabilidad fuera del sindicato, todo es culpa del Gobierno y a partir de ahí...

P. Pero esas personas son de las que se rodea Nicolás Redondo.

R. Sí, por eso la UGT está en el camino de ir debilitándose cada vez más. Creo que de esta situación quien más pierde es la propia UGT. El tiempo lo dirá. Ojalá me equivoque.

P. ¿Pierde frente a otros sindicatos y gana frente al Gobierno?

R. Aquí pierden todos. Cuando la pelea es burda pierden todos, Gobierno, partidos, sindicatos, la sociedad, todos pierden.

P. ¿Cuál es su fuerza?

R. Que no he faltado nunca a la verdad. Por dura y cruda que sea. La he dicho durante todos estos años en todos los astilleros y en las empresas en crisis y además hemos ganado las elecciones y donde ha habido un problema allí hemos estado. Además he sido muy feliz durante estos años, a pesar del sacrificio que supone. Y lo volveré a ser donde quiera que esté, si es que estoy en otro sitio.

P. ¿No le va a ser incómodo continuar en el sindicato?

R. No, pero yo he tenido la obligación de darle salida a la situación desde la generosidad que da el tener la razón y el conocer el terreno en el que nos estamos moviendo. Y si tiene que haber otra dirección del sindicato nosotros nos brindamos durante algún tiempo a acompañar su gestión.