El rugby vuelve a amenazar la estabilidad del deporte mundial
La decisión de la International Board (IB), el organismo que rige el rugby en el mundo, de permitir nuevamente los contactos con Suráfrica ha levantado una oleada de protestas en el Reino Unido y África de consecuencias imprevisibles para la estabilidad del deporte mundial. El rugby provocó en 1976 el primer boicoteo olímpico, en Montreal, con la retirada de los países africanos. Este mismo año, en agosto, un mes antes de los Juegos de Seúl, está previsto que una selección mundial juegue en el país del apartheid
La IB, en su reunión del pasado fin de semana en Londres, autorizó a que los jugadores de los países miembros puedan viajar y jugar libremente en Suráfrica, algo prohibido desde noviembre, como sucede en la mayoría de deportes. Previamente se habían sucedido giras frustradas o piratas, y siempre con amenazas de represalias. Ahora, la IB permitirá siete partidos, dos de ellos a nivel de selecciones nacionales (contra los Springboks, equipo de Suráfrica), con motivo del 50º aniversario de la Rugby Union del Norte de Transvaal (la provincia con mayor nivel).Será el anticipo del máximo contacto, en 1989, por el centenario del rugby surafricano, que intenta siempre salir de su aislamiento, incluyendo su participación en la II Copa del Mundo de 1991 en las Cinco Naciones (Francia, Inglaterra, Irlanda, Gales y Escocia). El año pasado, Suráfrica estuvo ausente de la primera edición, que hubiese sido imposible con su presencia, pero es una potencia mundial y de ahí la con descendencia, pese al aislamiento internacional.
Protestas
La decisión ha levantado una oleada de protestas en el Reino Unido y en África. No sólo se ve peligrar la candidatura de Cardiff a organizar los Juegos de la Commonwealth de 1994, sino, lo que es mucho más grave, que se repita en Seúl un boicoteo similar al de Montreal 76. Entonces, los países africanos exigieron que se ex pulsase de los juegos a Nueva Zelanda, cuyo equipo nacional, los All Blacks, efectuaba una gira por Suráfrica. Al no aceptar la presión el Comité Olímpico Internacional, todos los países africanos, salvo Senegal y Costa de Marfil, se retiraron. Fue el primer gran boicoteo, producido por un deporte no Olímpico.Lamine Ba, secretario general del Consejo Superior del Deporte de África y de la Asociación de Comités Olímpicos Africanos ha señalado: "El boicoteo es la última carta de África en la estrategia de la lucha contra el apartheid, pero si ése es el precio de la dignidad de la raza negra, lo hará. La decisión de la IB la consideramos una aberración y un acto deliberado de provocación. Estamos decididos como nunca a ir contra un proyecto tan diabólico".
La lucha deportiva contra el apartheid ha conseguido recientemente la no participación en los Mundiales de cross, en Auckland (Nueva Zelanda), de Zola Budd, nacionalizada británica por conveniencia, pero de origen surafricano y con contactos permanentes con su país de nacimiento.
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