La familia de un taxista fue informada de su muerte por atropello nueve días después
La familia del taxista Fernando Benaches Velasco, que murió atropellado en el paseo de la Castellana el día 9 de marzo, ha iniciado las correspondientes acciones judiciales para delimitar los motivos y responsabilidades que llevaron a que nadie les comunicara esta muerte hasta transcurridos nueve días. El fallecido, de 61 años, llevaba consigo en el momento del accidente tres documentos con su identidad y domicilio. Todas las fuentes consultadas apuntan a un evidente problema de descoordinación.
"Esto sólo pasa en una Administración kafkiana o tercermundista", opina Fernando Benaches, de 26 años, publicista, hijo del fallecido. "Cuando me levanté el 10 de marzo y me dijeron que mi padre no había dormido en casa comenzó la preocupación", cuenta Benaches, que trabaja en el departamento de creatividad de una empresa de publicidad."Fuimos inmediatamente a la comisaría de Tetuán para ver si sabían algo de él. Nos dijeron que no nos preocupáramos, que si algo le pasa a un taxista enseguida se sabe, por toda la documentación que lleva consigo y porque un taxi abandonado o accidentado en seguida se nota. En cualquier caso, a los dos días pusimos una denuncia por desaparición. Prácticamente todos los días mi madre o yo nos pasamos por la comisaría. Siempre nos dijeron lo mismo: tranquilos, que si algo ha pasado les avisamos".
El viernes día 18 la familia Benaches, residente en la calle de Juan de Olías, en el barrio de Tetuán, recibió un telegrama de los juzgados que la citaba para el día 22 con objeto de tramitar ,unas diligencias previas". "El telegrama no decía más", relata Benaches, "pero lo interpretamos como que mi padre se encontraba retenido en los juzgados. El mismo día 18 me presenté en la plaza de Castilla. Cuando un funcionario me preguntó, si iba a recoger los efectos personales del fallecido me quedé, literalmente planchado".
Ese mismo día la familia reclamaba el cadáver del taxista en el Instituto Anatómico Forense. "Me dijeron que estaba previsto enterrarle por beneficencia el día siguiente, día de San José, ya que la familia no se había, presentado en todo ese tiempo".
Traumatismo craneal
Al parecer, un trabajador de un taller de automóviles atropelló al taxista hacia las 17.30 del día 9, a la altura del número 284 del paseo de la Castellana. La comisaría de Chamartín levantó el atestado del accidente a las seis de la tarde. Una dotación de la Policía Municipal trasladó a Benaches hasta el hospital Ramón y Cajal, donde ingresó cadáver como consecuencia de traumatismo cráneo-encefálico.El juez de guardia pidió que se le enviaran por conducto reglamentario las diligencias, y el cadáver ingresó en el Instituto Anatómico Forense. Todo normal. Sólo que a alguien se le olvidó avisar a la familia. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía señalan que todas las diligencias estaban en manos del juez al día siguiente a primera hora, por lo que era su competencia entrar en contacto con la familia. Según las mismas fuentes, el hecho de que en la comisaría de Tetuán hubiese sido presentada una denuncia por desaparición de Fernando Benaches no quiere decir que allí tengan conocimiento de que la comisaría de Chamartín levanta un atestado por atropello de Fernando Benaches.
La titular del Juzgado de Instrucción número 22, encargada de las diligencias del caso, reconoce que es absurdo que sucedan cosas como ésta y afirma que "normalmente la policía es la que avisa a los familiares" y que es la primera vez que le pasa.
"El juzgado", explica, "tiene la obligación de avisar, pero para recibir declaraciones, lo cual no se hace en el mismo día, sino más adelante". Explica que como ese juzgado estuvo saliente de guardia los dos días siguientes al suceso (10 y 11 de marzo) y los días 12 y 13 eran sábado y domingo, hasta el lunes 14 no tuvo en su poder las diligencias. "Eso la policía lo sabe", añade la juez.
"Creo que nosotros hemos actuado con toda celeridad, pues cuatro días más tarde la familia ya recibía nuestro telegrama. Yo comprendo la situación anímica de la familia, pero tampoco hay que sacar las cosas de quicio para decir que la justicia no funciona".
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