Paralizadas las conversaciones para la fusión del Hispano

Las conversaciones que el presidente del Banco Hispano Americano ha mantenido con responsables de otros bancos para perfilar posibles fusiones se encuentran paralizadas desde hace tiempo, señaló ayer Claudio Boada, quien dijo en varias ocasiones que existen fuertes dificultades para llegar a término en cualquier proceso de este tipo y que, por tanto, de culminar, sería después de un prolongado espacio de tiempo.

"Creo que sólo la fusión Bilbao-Vizcaya se pudo hacer en dos semanas. Cualquier otra que se intentara llevaría mucho más tiempo", afirmó tajantemente Claudio Boada pocas horas antes de que se celebrara la junta general de accionistas del Banco Hispano, en la que dio cuenta de la decisión del consejo de administración de destinar todos los recursos generados en el ejercicio del año pasado a provisiones y saneamientos, dando por cerrado así el proceso de ajuste del grupo Hispano, y repartir un dividendo con cargo a las reservas.Para el presidente del Hispano y los principales ejecutivos de la entidad, las conversaciones con otros bancos apenas si han tenido lugar porque, como señalan algunos, "no se ha entrado a discutir sobre la valoración de las entidades, las perspectivas de generación de recursos; en los próximos años, los modelos de gestión de cada una de las entidades..., temas todos ellos que son necesarios analizar y tener en cuenta a la hora de avanzar en un proceso de convergencia que termine en una fusión". "Cuando se llegue a estos temas", afirmaron, "se hará en medio de un absoluto silencio".

Colaboración extranjera.

Claudio Boada, además, dejó abierta la posibilidad de que el Banco Hispano Americano acabe eligiendo, de cara a la creación del mercado único europeo, la vía de una mayor colaboración con entidades financieras extranjeras en la línea de lo intentado hace años por el grupo Europartners, mediante participaciones cruzadas de acciones. En el capital del Hispano, el banco alemán Commersbank tiene un 10% del capital y, según dijo Boada, "nosotros no lo tenemos en la institución alemana porque antes necesitábamos generar recursos para hacer frente a problemas mucho más acuciantes". "Pero", añadió, "en la actualidad las acciones del Commersbank están más baratas que las del Hispano y nosotros generaremos recursos suficientes el año actual".El panorama de tranquilidad que traslucía el presidente del Banco Hispano, negando en todo momento que se hubiera producido la menor presión por parte de las autoridades económicas para propiciar una fusión en la que participara el Hispano, se justificaba por dos causas básicas: el fin del proceso de saneamiento iniciado hace algo más de tres años y el hecho de que el consejo de administración del banco, más la participación del grupo March que no está representada en él, controla directamente en torno al 25% del capital social del Hispano. Ello, en opinión de Boada, aleja a bastantes tiburones y permite iniciar negociaciones desde posiciones de fuerza y no de debilidad.

Los recursos generados por el tercer banco del país por depósitos en 1987 ascendieron a 73.843 millones de pesetas frente a los 54.419 millones del ejercicio anterior. El consejo decidió destinar todos esos recursos a amortizaciones, provisiones y saneamientos de cara a eliminar todos los desfases que existían con el resto de los grandes bancos y empezar 1988 en pie de igualdad.