"Reaccionamos con hombría", resumió Hugo

Emilio Butragueño cedió su puesto a Carlos Santillana en el último minuto. Sin duda, se trataba de cortar la hipotética pataleta del Bayern después de los dos goles y de dejar transcurrir los segundos finales. El Buitre se detuvo un instante para echar el vistazo postrero al partido, pero ya todo estaba hecho. El Madrid había recuperado la esperanza gracias a su inspiración. Como sentenció Hugo Sánchez, se reaccionó "con hombría"."En realidad, se ha tratado del trabajo de todo el equipo. Al cabo, hemos tenido la suerte que les había acompañado a ellos antes y que a nosotros se nos había negado. Yo intuí que la cesión de Eder a Pfaff [el portero belga quiere colocar una camiseta de Emilio junto a las que ya posee del argentino Maradona, el francés Platini y el holandés Cruyff] se quedaría corta", expuso Butragueño. En su opinión, la zancadilla con que Nachtweih le hizo rodar por tierra en el primer período, todavía con el 0-0, no admitía discusión. "El curso del encuentro podía haber variado de señalarse el penalti", dijo, "pero el resultado no está mal".

Hugo Sánchez fue el autor del segundo tanto, el que supone que, en principio, un 1-0 baste en el Bernabéu para que la tradicional bestia negra europea del Madrid sea eliminada. El mexicano, de vuelta ya a los vestuarios, afirmó: "Supimos reaccionar con hombría después de recibir tres goles en muy pocos minutos, al final y al comienzo de cada mitad. Esos instantes fueron fatídicos para nosotros. Pero ahora hay que sentirse optimistas".

Esta impresión es la que transpiraba toda la expedión madridista. Si la temporada pasada el Bayerri fue el triunfador, en esta oportunidad, gracias a los últimos minutos sobre el estadio Olímpico, todos, empezando por el presidente, Ramón Mendoza, conflan en que ocurra a la inversa. El técnico, el holandés Leo Beenhakker, resumía así las expectativas: "Dentro de dos semanas se verá al verdadero Madrid, que es el de los últímos minutos muniqueses".