Paco Fernández Ochoa
ha inventado un nuevo método para facilitar la rapidez de las informaciones de los periodistas. Gracias a su fuerza y gran calidad como esquiador, se puede permitir el lujo de bajarles a hombros desde la estación del monte Allan de Calgary hasta el centro de prensa, evitando así las grandes colas que se forman para utilizar los telesillas. En el recorrido, de unos dos kilómetros y medio y a unos 80 kilómetros por hora, las únicas condiciones para el pasajero son agarrarse fuertemente al cuello de Paco, apoyar los hombros en los suyos, encomendarse a su buena estrella y superar el vértigo que produce bajar en esas condiciones por las nevadas pistas.
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