La extraña pareja
David Russell y John Pinone forman la pareja de americanos más estable en el baloncesto español Ambos llevan jugando juntos du rante casi cuatro años y puede prorrogar esa situación hasta 1990, año en el que ambos concluyen contrato con el Estudiantes. El público puede entender que ambos son amigos y que , demás, se complementan a la perfección. Pero es más cierto lo segundo que lo primero. De hecho, Russell y Pinone se conocían mucho antes de llegar a España y no porque fueran amigos, precisamente. Cuando Russell supo que Pinone fichaba por el Estudiantes no pudo reprimir un comentario: "¡Vaya hombre!". Y es que Pinone y Russell habían tenido sus problemillas en los partidos jugados por sus universidades, Vilanova y North Carolina, partidos de mucha tensión y larga rivalidad.Sus años en el Estudiantes no han originado una amistad, pero sí un respeto mutuo. Se llevan. Se complementan. "Él da espectáculo y yo doy consistencia. Nos conocemos muy bien en la cancha y sabemos lo que puede hacer cada uno; por eso no es tan fácil sujetarnos a los dos a la vez", dice Pinone.
Cláusulas
Pinone es un hombre escrupuloso con los contratos que firma y cuidadoso con el dinero que gana, que ahorra e invierte. Russell, todo lo contrario, luce un Jaguar y no se pone encima ninguna prenda que no sea cara o de marca. Mientras Pinone cumplirá su contrato hasta 1990, nada puede asegurarse con respecto a Russell quien, cualquier verano, llamará desde Nueva York y dirá que no viene a España.
En una de las cláusulas del contrato que Pinone ha firmado con el Estudiantes se contempla una cantidad adicional por enseñar a los pivots de la cantera. Es, posiblemente, el único caso en el que un jugador se compromete a hacer algo más fuera del estricto recinto de una cancha de juego. Quienes le conocen bien afirman que lo mejor que podría hacer el Estudiantes era incluirle en su junta directiva. "¿Qué le falta al Estudiantes?. Muchas cosas. Por. ejemplo, marketing. No puedo entender cómo un día leí en un periódico que jugábamos en el Magariños y"en otro que jugábamos en el Palacio de Deportes".
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