Una anciana muere asfixiada al quemarse su cama por un calentador eléctrico
Una mujer de 84 años murió asfixiada ayer a causa de la inhalación de los gases tóxicos desprendidos del colchón de espuma donde dormía, que se quemó por culpa de un calentador eléctrico, según fuentes policiales. Rosario Iglesias Tapia, domiciliada en uno de los pisos bajos de la finca número 16 de la calle de Daganzo, fue hallada sin vida sobre las seis de la madrugada de ayer.El descubrimiento fue realizado por los bomberos, que fueron avisados cuando un vecino observó que de la casa de la anciana salía una densa humareda.
Raquel Martínez Pola, una anciana amiga de la víctima, recuerda: "Traté de ayudar a Rosario, pero estuve a punto de asfixiarme. Había mucho humo negro y espeso. Un policía tiró de mí hacia fuera y me preguntó que si yo también quería morirme".
Los bomberos comprobaron que la anciana había muerto asfixiada, ya que no presentaba quemaduras ni siquiera en el camísón que tenía puesto. En cambio, el colchón de goma-espuma donde descansaba estaba chamuscado, aunque no ardió.
Raquel explicó que su amiga y convecina acostumbraba a dormir con un pequeño calentador eléctrico, que metía bajo las sábanas después de haberlo tenido enchufado un rato para que cogiese calor. La misma mujer y la policía consideran que dicho aparato causó el siniestro.
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