Luis sanciona a Schuster con una multa simbólica

Luis Aragonés, entrenador del Barcelona, pidió ayer a la junta directiva del club que imponga al jugador Bernd Schuster la máxima sanción económica prevista en el reglamento de régimen interior. Sin embargo, la sanción tiene carácter simbólico, ya que dicho reglamento no contempla cifras superiores a las 100.000 pesetas. El motivo de la sanción, según Luis, es "la forma" en que Schuster pidió el cambio el pasado sábado, en el descanso del partido contra el Athlétic de Bilbao. Luis comentó ayer que un entrenador no tiene potestad para echar jugadores del club y que Schuster va a seguir jugando. Asimismo aseguró que Schuster le expresó su deseo de concluir la temporada en el Barcelona.

La directiva del Barcelona dejó bien claro el lunes que la responsabilidad de la resolución del caso Schuster está enteramente en manos de Luis. El técnico se reunió con el jugador antes del entrenamiento de ayer y, después, manifestó que pedirá a la junta directiva que imponga al jugador la sanción más fuerte de las posibles porque "es merecedor de ella".Según la versión de Luis, Schuster prefirió ser sustituido tras el descanso del partido contra el Athlétic de Bilbao -que el Barcelona perdió por 1 a 2- porque "se encontraba en un mal momento anímico, lo que no le permitía rendir a satisfacción". El técnico azulgrana dijo comprender "que un jugador pase por un mal momento, pero la forma y las maneras en que pidió el cambio no son las normales". "Schuster no me dijo nada", afirmó Luis. "Se quitó las botas antes de pedirme la sustitución. Fue después cuando me comunicó que no estaba en condiciones y acto seguido se fue del Camp Nou".

Luis dijo que además de hacer frente a la citada sanción, Schuster "debe pedir perdón a sus compañeros", y, añadió: "Me ha dicho que no tiene inconveniente en ello porque comprende que obró mal y que todo esto no va a ocurrir nunca más". El jugador, por el contrario, aseguró ayer a Antena 3, que mañana se dirigirá a sus compañeros, una vez que regresen a Barcelona los jugadores internacionales, para pedirles una votación secreta entre ellos para conocer si desean o no que siga en el equipo.

La respuesta de Schuster

El técnico azulgrana negó rotundamente que quiera quitarse de encima la responsabilidad de decidir si Schuster debe o no debe ser apartado de la plantilla. "Un entrenador tiene la potestad para sancionar o para dar informes, pero no puede echar ni traer a ningún jugador" señaló, y fue aún más explícito: "No puedo imponer que Schuster pertenezca o deje de pertenecer a la plantilla". Preguntado acerca de si contará con Schuster para el próximo compromiso del equipo azulgrana, el sábado frente al Atlético de Madrid, en el estadio Vicente Calderón, Luis afirmó: "Eso lo tengo que pensar. Ahora mismo no puedo contestar", aunque puntualizó: "Es un gran jugador y lo alinearé siempre que lo crea positivo".Schuster, por su parte, indicó a Antena 3, al explicar su solicitud de sustitución: "Pedí el cambio porque anímicamente me encontré muy mal al ver la reacción del público en contra mía y también me afectó la falta de apoyo de los compañeros. También tengo derecho a sentirme mal, como le ocurrió con anterioridad a algún otro compañero". Schuster señaló también que en estos cuatro últimos días recibió dos o tres llamadas del presidente azulgrana. El jugador alemán aseguró, por otro lado, que el entrenador azulgrana le había defraudado.

Schuster, en sus declaraciones, no desveló el equipo por el que firmará contrato para la próxima temporada, aunque de sus palabras se desprendió que una de las ofertas recibidas corresponde al Real Madrid. El jugador insistió en que no tiene firmado precontrato alguno con ningún club.

La sanción impuesta a Schuster debe calificarse de simbólica, ya que el reglamento de régimen interior del club no contempla cifras superiores a las 100.000 pesetas -data de 1973-. A Schuster ni siquiera se le ha abierto un expediente disciplinario, que hubiera originado un nuevo conflicto laboral, lo que pone de manifiesto las dudas existentes en la directiva sobre la conveniencia de prescindir radicalmente del jugador alemán, a un mes de disputar la final de la Copa del Rey. Por otra parte, la actitud contemporizadora de Luis también es signifícativa. El entrenador sabe que no seguirá la próxima temporada y ha preferido no adoptar una solución drástica, traspasando la patata caliente a la directiva.