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JUEGOS OLIMPICOS DE INVIERNO

El ministro de Deportes canadiense pide disculpas a la URSS

El ministro de Deportes de Canadá, Otto Jelinek, antiguo patinador, que participará en la ceremonia de clausura, el día 28, recordando sus viejos tiempos, pidió ayer disculpas al máximo representante soviético, Marat Gramov, por las acusaciones de doping de sangre que el entrenador de esquí de fondo de Canadá, Marty Hall, vertió tras los arrolladores triunfos nórdicos de la URSS los dos primeros días. Hall también matizó sus declaraciones diciendo que no había acusado, sino comentado que el dominio soviético le parecía sospechoso.La representación de la URSS, por medio de su jefe de equipo, Viacheslav Gravilin, y del miembro del Comité Olímpico Internacional, Vitaly Smirnov, señaló: "Nuestros atletas nunca han recurrido a ayudas extradeportivas y nunca lo harán. Cualquiera puede decir lo que quiera pero no valen más que los hechos confirmados". La URSS, pese a las afirmaciones de sus dirigentes, tampoco ha estado libre de casos de doping en el pasado. Hechos confirmados. Y ahora mismo, quedará siempre la duda porque el doping sanguíneo aún no es detectable.

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Incluso en el Foothills Hospital de Calgary, donde está el centro del control antidoping de los Juegos, ya se ha notificado que existe una nueva variante, el erytropoietin (EPO), utilizado con sus pacientes. Se trata de un medicamento que produce los mismos efectos de la transfusión, al' mejorar la oxigenación de la sangre, pero que es igualmente difícil de controlar y, además no está entre la lista de productos prohibidos por el COI. El príncipe de Merode, presidente de la comisión médica, calificó también de inaceptables las declaraciones de Marty Hall, al no haber pruebas.

Pero el misterio soviético siempre existe. El patinador de velocidad Nikolai Guliaev, supuestamente implicado en un reciente tráfico de drogas, y perdonado por todos, se cayó en la última curva de la primera prueba de 500 metros el domingo, y no participó el miércoles en la de 5.000. Ayer, de madrugada, sí lo debía hacer en los 1.000. Si en el medio kilómetro ya saltó la sorpresa al caer igualmente el favorito, el norteamericano Dan Jensen, en los cinco se esperaba el triunfo del noruego Karlstad, plusmarquista mundial, y sólo pudo ser séptimo.

El sueco Gustafsson, segundo aspirante, renovó su título de Sarajevo, aunque no mejoró con sus 6.44.63 minutos el récord mundial de Karlstad conseguido precisamente a primeros de diciembre durante una prueba de la Copa del Mundo, en el mismo e impresionante Oval olímpico. Por primera vez el patinaje de velocidad se disputa bajo techo, a 20 grados de temperatura, por lo que el viento y las condiciones climatológicas no influyen como en anteriores ocasiones y en otras modalidades. Aparte del descenso, la luge (trineos) femenina, finalizada ayer con el esperado triple dominio de la RDA (Walter, Oberhoffnerr y Schmidt), tuvo que aplazarse el día antes por el viento.

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