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Arzalluz pide flexibilidad para que los 'etarras' dejen la violencia

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, está dispuesto a ceder cualquier tipo de interés político o partidista ante la posibilidad de que "callen las pistolas de ETA", según ha declarado en un encuentro con el grupo informativo Euskalherría. Arzalluz pide el máximo esfuerzo de flexibilidad para conseguir que sea toda la organización la que encuentre "una salida sin perder la cara", y confiesa que ni su partido ni el presidente del Gobierno vasco reciben de Madrid suficiente información sobre las conversaciones de Argel.

"Tengo la sensación de que no se confía en nosotros", dice el presidente del PNV. "Siempre se nos ha querido dar un papel de coadyuvante en la lucha con ETA. Creo en la coordinación y en la colaboración, no en la subordinación. No se puede hacer una determinada política con las claves que tienen otros. Si supiéramos que la negociación va a terminar bien por el camino que va, aun perdiendo todo protagonismo y haciendo un acto de fe, valdría la pena. La duda es: ¿y si no sale así? Has hecho el oso".

Arzalluz consideraría poco feliz una política simplemente escisionista "si quedaran dentro de ETA todos los artapalos y la estructura como tal" y los que pactaran fueran sólo los descolgados, aun reconociendo grandes dificultades para que la negociación no deje algún grupo al margen.

El líder del PNV recuerda que todos los partidos vascos, a excepción de Herri Batasuna (HB), han rechazado la negociación de cuestiones políticas con ETA, al igual que el pacto entre fuerzas armadas, pero al aceptar ETA la presencia de fuerzas políticas las cosas cambian. "Entramos en un nivel de negociación", señala, "que no es indecoroso ni inaceptable". Con la participación de los partidos, opina Arzalluz, pueden pactarse muchas cosas, incluido el derecho de autodeterminación, por ejemplo, "que el PSOE sostuvo un tiempo".

Táctica del Gobierno

Arzalluz reconoce que su intervención en el verano de 1986, cuando afirmó en público que "ETA quiere negociar y el Gobierno no", quizá fue ligera. "Quizá el Gobierno aplicó una táctica dilatoria, a la espera de un debilitamiento de ETA o de mayor colaboración francesa, o tenía otro tipo de dificultades. Pero para nosotros fue una gran oportunidad perdida. A partir de ahí empezó en serio el diálogo".El líder nacionalista considera absolutamente irresponsable" la ruptura de la coalición entre socialistas y peneuvistas en el Gobierno vasco, al menos hasta que termine ETA, y dice no sentir preocupación por un posible liderazgo de HB en el campo nacionalista si la coalición capitaliza el fin de la violencia.

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Arzalluz se declara sorprendido por la repercusión de la crítica a la visita de los Reyes a Navarra. "Las aguas se habían removido excesivamente", explica, "tanto por el pacto de Ajuria Enea como por las noticias de Argelia, como si Navarra hubiera sido vendida en la negociación".

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