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Enrique Sarasola,

empresario, socialista y amigo del presidente del Gobierno, Felipe González provocó en la madrugada de ayer una cierta desilusión al público aficionado que se había convocado para asistir a una velada de boxeo en la que la estrella fuerte era su pupilo Poli Díaz, vallecano de 20 años y campeón de España de pesos medios, y en la que se dieron cita personajes del mundo del espéctaculo y gente de la jet. El joven boxeador venció por KO en el segundo asalto al francés Roland Leclerq, pero el público entendió que era un rival de escasa entidad para el vallecano y mostró su desacuerdo. La velada, que había despertado gran expectación, estuvo rodeada de un montaje espectacular. Poli Díaz, embutido y encapuchado en un brillante batín rojo, hizo su entrada en el pabellón a los sones de la música de la película Rocky, mientras un cañón de luz seguía sus pasos y bailes. Ya en el cuadrilátero, Poli Díaz, anunciado como El Potro del Valle del Kas, fue presentado por el cantante Ramoncín, y dos estilizadas modelos anunciaron por la pasarela del ring el comienzo de los asaltos. A la velada asistieron, entre otros, el ex secretario de Estado de Defensa Eduardo Serra; el director de cine Luis García Berlanga; Carlos Falcó, marqués de Griñón; el hermano del anterior, el marqués de Cubas, y su esposa, Marta Chávarri; el ex torero Jaime Ostos, y el boxeador Dum Dum Pacheco, que lamentó que en su época "no hubiera más Dum Dum como yo". También hizo su aparición la cantante mexicana afincada en nuestro país Alaska, gran aficionada al boxeo, que afirmó que le gustaría ser mecenas de algún joven y apuesto boxeador. El ambiente tópico del mundo del boxeo, mostrado con profusión en el cine, estuvo presente en la velada: caballeros con puros y señoras con pieles se movían alrededor del cuadrilátero mientras la afición vallecana lanzaba sus gritos desde las gradas.

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