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Restos de exógeno en un depósito que debía estar limpio causaron la explosión en una fábrica de armas

La presencia de 21 kilos de exógeno en un depósito que tenía que haber estado limpio, fue la causa de la explosión que el pasado 26 de noviembre provocó la muerte de dos trabajadores y produjo heridas muy graves a otro en la fábrica de armas de Cabezón de Pisuerga (Valladolid), según especifica el informe de la comisión investigadora, hecho público ayer.La comisión está integrada ,por representantes de UGT, Comisiones Obreras, el Ministerio de Defensa y la inspección de higiene y seguridad en el trabajo y presidida por el director de la fábrica, que pertenece actualmente a la empresa Santa Bárbara.

El informe señala que la presencia del explosivo pudo deberse a la modificación del sistema de filtros introducida en 1982, año en que la fábrica pertenecía a Defensa. Entonces se encargaron las obras a la empresa alemana que proyectó la nave, pero ésta no pudo llevarlas a cabo. Defensa concedió esos trabajos a una entidad holandesa que a su vez los subcontrató a otra italiana.

Los cambios introducidos afectaron a la extracción de ácido nítrico. El proceso de decantación no funcionó y se acumulé exógeno. Cuando en noviembre pasado se procedía a restructurar la nave nadie revisé uno de los depósitos. Los trabajadores que realizaban las obras perforaron las paredes con un soplete, creyendo que el recipiente estaba vacío. El fuego alcanzó al exógeno y produjo una gran cantidad de gases cuya presión, unida a la temperatura, hicieron estallar el depósito.

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