Estudiantes no pudo oponerse al Barça

El esperado partido de la jornada no paso de ser una toma de contacto entre un aspirante al título y un equipo sorpresa. La baja de John Pinone que venía a sumarse a has de Gil y Rementería, impidieron al Estudiantes alcanzar su tercera semana de gloria. De todas formas un Barcelona con toda su plantilla, pero con poco entusiasmo, no pudo lograr en ningún momento ventajas contundentes. Pinone había comentado antes de empezar que el Barcelona tenía. dos equipos, uno en pista y otro en el banquillo, mientras que Estudiantes apenas tenía jugadores para formar un cinco con posibilidades.El partido se desenvolvió en un ambiente frío, lo que ya es una constante en el Palau Blaugrana. Parece ser que la moda, lo in, en Barcelona es no ir al Palau. Y los que van llegan justo Cuando el partido va a comenzar. Anoche cuando el Barcelona salió a la pista a realizar sus habituales 25 minutos de calentamiento no había en las gradas ni 500 personas. Al final se llegó a las 3.500. Este ambiente siempre beneficia al rival y suaviza el arbitraje.

Paco Garrido, técnico estudiantil, sólo realizó un cambio en todo el partido. Empezó con Hernangómez al que sentó a los tres minutos para jugar con los mismos cinco hombres todo el encuentro. Esto motivo emparejamientos no habituales. Russell que jugaba en ayuda del rebote, jugando al pivot, estaba con McDowell. Rodríguez se las veía con Norris, en el duelo más reñido de la noche.

Llegar al descanso con ventaja de 51-42 no fue problema para el Barcelona. Cada protagonista asumía su papel. Estudiantes derrotado desde antes de empezar, aunque sin entregarse en ningún momento, tampoco daba sensación de poder ganar el partido. El Barcelona jugaba tratando de borrar la imagen de Orthez. Aito volvió a utilizar a Martínez como un refresco para sus pivotes norte americanos, independientemente de que la actuación de Ferrán fuera lo suficientemente buena como para permanecer más minutos en pista.

En la segunda parte el Barcelona elevó su ventaja hasta los 16 puntos (95-79). Estudiantes tuvo su oportunidad en el 55-50, cuando García Coll falló un triple que podía haber llevado el nerviosismo a las filas barcelonistas. Al final Garrido exigió un último esfuerzo a los suyos, pero el jugar sin poder hacer cambios los había agotado. Para entonces, Rusell ya jugaba muy alejado del aro contrario, apartado por la envergadura de McDowell.