Fallece una niña en el Rally París-Dakar tras ser atropellada por un participante

BERNARDO PÉREZ / AGENCIASUna niña de 10 años murió ayer atropellada por el coche de uno de los participantes en el Rally París-Dakar en la 18ª etapa, entre Bamako y Kayers (Mali). La pequeña estaba cruzando una travesía de la ciudad de Kita cuando fue arrollada y falleció en el hospital. Es la tercera víctima mortal del rally en esta edición, tras el holandés Kees van Loevezijn Y el francés Patrice Canado. ambos pilotos. Además, ayer fue robado durante seis horas el automóvil del finlandés Ari Vatanen, que, de acuerdo con el reglamento, fue descalificado al tener que tomar la salida fuera de plazo. Su equipo, el Peugeot, recurrirá

La niña de 10 años, que no fue vista por el piloto que la arrolló a causa del polvo que levantó otro participante, eleva a 21 las víctimas mortales del rally, de las que únicamente ocho corresponden a pilotos o personas vinculadas a la carrera.Entre ellas destaca, al margen de la de su creador, Thierry Sabine, en 1986, la del holandés Bert Oosterhuis, de 41 años, quien, en 1982, pese a estar herido en el brazo izquierdo, quiso continuar. Tras un accidente y luego de recibir sangre del propio Sabine, falleció tres horas después de ser intervenido quirúrgicamente. Ese mismo año una periodista del semanario francés Le Point, Ursyla Zentsch, murió al derrapar el camión cisterna de la organización en el que viajaba.

En 1983, Jean-NoëI Pineau, de 30 años, fue encontrado muerto a 110 kilómetros de Uagadugu tras ser atropellado por un camión militar. Ese mismo año, Raymond Loizeaux atropelló a un niño en Niamey.

El accidente más espectacular, captado por las cámaras de televisión, se produjo en 1984, cuando el piloto de un Range Rover se abalanzó sobre un grupo de espectadores en Burkina Faso y mató a una mujer.

En 1985, el japonés Kubota, con un Toyota Corolla, se vio obligado a huir ole un poblado, entre Agades y Gao, después de atropellar a un niño al tratar de evitar a unos espectadores, y Phillipe Beau, de 24 años, murió al estrellarse el helicóptero en el que regresaba a Europa.

Yasuo Kancko, piloto de Yamaha, murió en 1986 atropellado por un conductor ebrio en Balaruc, a ocho kilómetros de Sete (Francia).

La muerte más dramática fue la de Gianpaolo Marinoni, de 31 aflos, que falleció horas después de cruzar la línea de llegada en Dakar el 22 de enero de 1986. Marinoni había sufrido poco antes un accidente: al derrapar en la misma playa de Dakar. Tras pasar la meta, fue operado, pero falleció de una hemorragia interna.

El peso del reglamento

La jornada de ayer comenzó con problemas. A las 5.45 horas, el director del equipo Honda, que no podía dormir a causa de los mosquitos, pudo observar que el Peugeot del flinlandés Ari Vatanen, líder hasta entonces, se ponía en marcha y abandonaba el campamento del rally, pero no puao ver quién lo conducía. Posteriormente, el jefe del equipo Peugeot, Jean Todt, recibió una llamada en la que se le solicitaba un rescate de 25 millones de francos cefa -moneda de los países del África negra francófona- (10 millones de pesetas) para devolver el coche. Todt dijo: "Era una voz europea".

Mientras algunos especulaban con la posibilidad de que todo fuese un montaje publicitario de Peugeot, Vatanen se paseaba por el hotel y declaraba: "Hay que tomárselo con filosofía. Es mejor esto que un accidente. Es muy fácil robar el coche porque sólo hay que apretar dos botones para ponerlo en marcha". El vehículo apareció en un descampado y Todt afirmó que no había pagado rescate. Tres horas después de la salida- oficial, Vatanen partía hacia Kayers.

Los comisarios se reunieron anoche para deliberar en tomo al reglamento y lo insólito del caso. Como en aquél se especifica que cada piloto debe emprender la ruta a la hora fijada y que si el retraso llega a los 30 minutos es descalificado, sin que se prevean causas de fuerza mayor, decidieron eliminar a Vatanen. Todt preparaba de madrugada un recurso.

La etapa la ganaron Kankkunen (Peugeot), en coches, y Terruzi (Honda), en motos.