La dirección del PCE será más colegiada a partir del próximo congreso del partido
El Comité Central del Partido Comunista de España (PCE) estudió ayer, en una reunión extraordinaria, los cambios a introducir en la dirección del partido en el próximo congreso nacional, previsto para los días 19, 20 y 21 de febrero, con objeto de que las decisiones políticas sean tomadas de una forma más colegiada y con mayor protagonismo de los dirigentes con más respaldo electoral. Gerardo Iglesias, cuyo relevo tras el 12º congreso fue solicitado el pasado jueves por el comité ejecutivo del PCE de Madrid, reconoció en su informe de gestión que la actual dirección ha sido "deficiente -y poco compacta y corresponsable".
El máximo dirigente del PCE atribuyó al abandono de Ramón Tamames de Izquierda Unida (IU) y "sobre todo" a la dimisión de Enrique Curiel como vicesecretario general y miembro del comité ejecutivo del partido la "culminación del clima de inquietud y confusión" en que se encuentra envuelto, a su juicio, la formación comunista. Tras asegurar que ni Curiel ni José Luis Buhigas, que ha renunciado a continuar dirigendo la comisión de defensa del PCE, han planteado diferencias políticas de fondo con la dirección, Iglesias subrayó el consenso registrado en la última reunión del comité ejecutivo celebrada el pasado sábado.Sin embargo, diversas fuentes comunistas han confirmado en privado que la decisión de desdoblar la presidencia de IU y la secretaría general del PCE -el acuerdo más importante de los alcanzados el pasado sábado ha sido tomada por iniciativa de otros dirigentes y lejos del agrado de Iglesias, quien ahora reúne en su persona los dos cargos.
De hecho, si dentro de seis u ocho meses, como ahora se prevé, IU sustituye a Iglesias en la presidencia de la coalición éste verá restringido su protagonismo político a tareas más bien organizativas y quien le suceda en IU estará llamado a convertirse en el candidato a presidente de Gobierno en las próximas elecciones legislativas.
En compensación, los dirigentes comunistas con más peso político han asegurado a Iglesias que no tendrá candidato rival para continuar en la secretaría general tras el 12º congreso del partido. Ante este acuerdo, ratificado en la última reunión del ejecutivo, el PCE de Madrid ha renunciado a mantener la propuesta que aprobó mayoritariamente el pasado jueves para que en el congreso se produjese un relevo al frente de la secretaría general.
Comisión política
La dirección del partido comunista en los próximos años será llevada por una comisión política, integrada por unas 15 personas, de, la que formarán parte los actuales miembros del comité ejecutivo -que desaparecerá como tal organismo- con mayor peso político, los secretarios de las principales organizaciones regionales, así como el presidente y el secretario general de CC OO. El máximo dirigente del PCE se refirió expresamente a Curiel para afirmar que si éste lo desea también él tendrá un puesto en este órgano de máxima responsabilidad política.
Paralelamente, el secretariado -órgano que hasta ahora tomaba las iniciativas políticas- quedará reducido al papel de gestor y ejecutor de las decisiones de la comisión política y del comité central.
La extensa y honda autocrítica realizada ayer por Gerardo Iglesias respecto al funcionamiento de una dirección "deficiente y poco compacta y corresponsable" muestra que el trabajo político ha sido llevado a cabo en la dirección del PCE por un muy reducido grupo de personas. "Pero quede claro", advirtió Iglesias, "que toda la dirección conocía el creciente desentendimiento de las tareas colectivas de algunos dirigentes".
Iglesias opinó que "no hay razones para que se abra ninguna crisis en el PCE. Sería injustificable e imperdonable". A su juicio, la presunta pérdida de credibilidad del PSOE no está siendo capitalizada ni por la derecha ni por los centristas, lo que favorece las perspectivas para el PCE.
Mientras que Iglesias se esforzó en combatir los recelos ante la posible unificación con el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), que encabeza Ignacio Gallego, resaltó que la convergencia con el Partido de los Trabajadores de España, que preside Santiago Carrillo, no se hará nunca al precio de desmantelar IU, en referencia a las críticas de Carrillo a esta coalición.
Respecto a la situación financiera del PCE, Iglesias recordó la necesidad de recaudar 10.000 pesetas por afiliado para sanear la economía del partido a la vez que anunció la existencia de un plan para saldar las deudas electorales de IU antes de los próximos comicios. Tras el informe de Iglesias solicitaron el uso de la palabra 45 dirigentes, lo que obligó a interrumpir la reunión a las nueve de la noche para que continúe esta mañana.
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