Protestas contra los cursos ocupacionales de la comunidad
Un grupo de 25 mujeres de Móstoles ha denunciado irregularidades y mal funcionamiento en el Curso de Agentes de Salud al que han asistido desde la primavera. pasada y que está organizado por la Comisión Interdepartamental de la Mujer de la Comunidad de Madrid, dentro del programa Mujeres 6000 (M-6000)."Nos prometieron 35 semanas lectivas de 10 horas, un programa técnico y un título homologado por el Inem"', afirma Ángeles Rojas, de 42 años, auxiliar sanitaria y madre de tres hijos, portavoz del curso, "además de becas del Inem para las que reuniéramos las condiciones necesarias. Sin embargo, sólo hemos dado 20 semanas de clase, seguimos sin cobrar y el, curso se ha terminado, con lo que nos darán un título devaluado". "En octubre nos dijeron en el Inem provincial que oficialmente no existíamos para ellos", dice Tarsi López, del mismo grupo.
Henar Corbi, que tiene a su cargo el programa en la consejería, afirma que hasta el 3 de noviembre no se regularizó la situación con el Inem, y atribuye el exceso de retraso a que es la primera vez que intervino en la financiación el Fondo Social Europeo. Este retraso fue la causa de que se anunciara el fin de los cursos. "Pero van a cobrar y los cursos van a darse íntegramente", asegura.
"Hay 75 cursos sin acabar, a los que asisten unas 2.000 mujeres, y sólo dos de ellos tienen problemas", dice Corbi, que atribuye "un exceso de nerviosismo" a las mujeres del Curso de Agentes de Salud de Móstoles. "Si hubiérams esperado a que el Inem aprobara los cursos hubiéramos llegado casi a fin de año sin empezarlos", dice. Henar Corbi descarta toda motivación electoral en el hecho de: comenzarlos en marzo y abril pasados.
"El fallo está en empezar los cursos sin la aprobación del lnem", dice Onofre Peralta, director provincial del Inem, "porque, en ese caso, la institución tiene que asumir que los puede desarrollar por sí misma si no son aprobados. Y pueden rechazarse o modificarse porque no se adapten a su motivación ocupacional. Por ejemplo, dar cursos de corte y confección en Madrid, donde la distribución no tiene viabilidad, puede reforzar la economía sumergida".
