El precio del petróleo cae por debajo de 15 dólares en el mercado londinense

El precio del crudo brent, procedente del mar del Norte, cayó ayer por debajo de los 15 dólares por barril, en una aceleración de lo que se presumían como efectos negativos de la conferencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) recientemente celebrada en Viena. Esta es la cotización más baja que alcanza el petróleo desde el 10 de diciembre de 1986.

En la jornada anterior, el precio del west texas intermediate, o crudo de referencia en Estados Unidos, había caído en el mercado de Nueva York por debajo de 16 dólares, extremo que anticipaba una apertura a la baja en la jornada de ayer en Londres. Normalmente, el texas suele cotizar, debido a razones de calidad, densidad y proximidad al mercado, un dólar por encima del crudo británico, conocido en círculos petrolíferos como brent.Un comerciante de crudo informó a la agencia Reuter que, en la jornada de ayer, un cargamento de crudo para su entrega en el mes de febrero había alcanzado la cotización de 14,50 dólares por barril. Horas antes, la cotización media de este petróleo se había situado en 14,55/14,65, también para las entregas a realizar en el mes de febrero.

Cae la demanda

A partir de dicho mes, una vez terminado prácticamente el invierno, la demanda de crudo en los países consumidores suele bajar considerablemente y con ella, el precio. Expertos petrolíferos ya habían anticipado hace unos días, ante el acuerdo de compromiso alcanzado por la OPEP, que las cotizaciones del petróleo, podrían caer significativamente a partir de marzo.El crudo ha mantenido estable su cotización de 18 dólares a lo largo de 1987, después de un año como el pasado en el que rozaron los 8/9 dólares por barril. La política de excesos en producción practicada por algunos países, junto al convencimiento de que se avecina una recesión (o, al menos, un menor consumo), propicia este hundimiento de los precios.

Otro factor negativo es el producido por las elevadas existencias (stocks) de las compañías, que aprovecharon los meses de verano para acumular compras a bajo precio en el convencimiento de que el precio podría subir en el invierno, como suele pasar habitualmente.