El estilo de Billie Holiday
Billie Holiday fue una cantante única. Después de, esto, no es necesario decir nada más, sobre todo porque con esa singularidad de Billie están de acuerdo todos los que escriben sobre ella.Lo normal es que los exégetas de Billie Holiday, saldado el capítulo musical con esa tajante afirmación, se pasen a la crónica de sucesos. La vida de Billie da mucho de sí para ese género periodístico. Billie Holiday tuvo problemas con los hombres, con el al1cohol y con las drogas; también, a causa de la legislación norteamericana, con la policía y con la justicia.
La escena de la muerte de Billie, con la policía esperando para arrestarla, ha sido descrita un millón de veces; ahora mismo la acabamos de describir. Da pie para contar de nuevo el truculento melodrama de la pobre negra víctima de la sociedad. Vale para ello incluso más que lo que se ha escrito sobre la muerte de Bessie Smith, por que en el caso de Billie por lo menos la historia no es falsa.
Pero otros ejemplos de cantantes negras más pobres que Billie además, mucho más feas-, demuestran que Billie Holiday fue tan víctima de la sociedad como de ella misma Billie llevó la vida que llevó principalmente, porque quiso No era asunto de nadie lo que ella hacía.
Voz limitada
Es poco conveniente recrearse en la parte morbosa de la historia de Billie Holiday. Pero tampoco hay que olvidarla, porque influyó en su manera de cantar En los años treinta, incluso en los primeros cuarenta, cuando las espléndidas grabaciones Commodore, Billie tenía una voz limitada y preciosa. En la última década de su vida, los cincuenta., Billie tenía una voz limitada.Por suerte, para cantar bien jazz la voz no tiene que ser ni buena ni mala, ni poca ni mucha. Para cantar jazz lo primero es seleccionar bien el repertorio, saber lo que se puede cantar y lo que no. Después hay que dar el enfoque correcto a la melodía, decir bien la letra y apropiarse de lo que la letra dice. Cantar jazz es una cuestión de estilo.
Billie ha sido la expresión más alta del estilo en una cantante de jazz. Lo fue sobre todo en su última época, cuando no le quedaba voz y casi no le quedaba repertorio.
Es cierto que en alguno de sus últimos discos -el patético Lady in satin, ahora reeditado en compacto-, el estilo de Billie quedaba como oscurecido. Pero no era por culpa de la cantante, sino de la terrorífica cascada de cuerdas que la acompañaba.
En grabaciones igual de tardías, como la de la actuación de Billie en el primer festival de Monterrey, ese estilo aparece con tanta evidencia que casi despide luz.
Jazz entre amigos emite hoy la primera parte de un programa dedicado a la cantante Billie Holiday, a las 23.35, por TVE-2.
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