Los retos energéticos de Occidente

Helga Steeg, directora ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), acaba de realizar la primera visita oficial a España como máximo responsable del organismo de cooperación energética de los 21 países desarrollados integrados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Aparte de recoger información de primera mano sobre la situación española, su viaje ha significado un empujón a la modernización y racionalización que este sector vital para la economía debe realizar en España.

Steeg, alemana de nacimiento, ha mantenido entrevistas con las principales instituciones, organismos y empresas energéticas españolas, desde los resporisa6les de energía del Ministerio de Industria hasta de grupos como Repsol, Unidad Eléctrica (Unesa), Red Eléctrica de España, Carbunión o Aserpetrol. "La clave, en estos momentos, está. en la competitividad y en el aprovechamiento de todas las fuentes energéticas posibles, incluso la nuclear", asegura Steeg.

Pregunta. ¿Cuál ha sido el objetivo de su primer viaje oficial a España?

Respuesta. La política de la AIE se centra en tres objetivos fundamentales: conseguir una mayor flexibilización y competitividad de este sector en los países miembros; lograr una mayor eficacia con los recursos y suministros disponibles, y, por último, adaptar las nuevas tecnologías al uso energético.

En España hemos comprobado que, aunque quedan muchas cosas por hacer, se están realizando grandes esfuerzos para alcanzar estos objetivos. Existe, además, una situación razonable en lo que respecta a la seguridad de los suministros energéticos, que, como se sabe, fue nuestro fin primordial en la creación de la AIE después de la primera crisis energética.

P. ¿Puede ser algo más específica en relación a las labores realizadas por España?

R. Ante todo tengo que decir que mi misión no es decir a los Gobiernos de los países miembros qué es lo que deben hacer. Pero sí he podido constatar que aquí se están realizando esfuerzos importantes para racionalizar el funcionamiento de algunos de los principales subsectores energéticos.

Quizá haya todavía problemas por solventar, como la diversificación o mix energético en la generación de energía eléctrica, ampliando el campo de fuentes utilizables en la producción eléctrica. También la industria minera del carbón necesita realizar esfuerzos en aras de la competitividad y la rentabilidad, y, en relación a otros subsectores, se requerirá a medio plazo una mayor integración en los esquemas europeos. En el carbón existen posibilidades de precios más baratos dentro de los países miembros de los que resultan de la producción española. Ahí habría que realizar esfuerzos.

P. ¿Y en cuanto al gas natural?

R. Bueno, éste es un campo que todavía no había mencionado, pero en el que se están dando pasos en aras de la integración de suministros con Europa. España necesita tener un sistema integrado con Europa, no sólo en los suministros, sino también en relación a las conexiones que garantizarían una ininterrumpibilidad de cara a garantizar los consumos.

P. ¿Qué opinión le merecen las denominadas fuentes alternativas?

R. Hay que decir que el esfuerzo de la AIE en este terreno Continuará. Pero hay que ser realista y advertir que la solución a los problemas planteados no vendrán por esta vía. Muchas de estas energías tienen que ser subsidiadas, y esto, desde el punto de vista de la competitividad, no es bueno para alcanzar la eficacia.

Toda energia es válida

P. ¿Continúa abogando la AlE por la energía nuclear después de la experiencia de la central nuclear de Chernobil?

R. La agencia no aboga por ninguna energía en concreto, como no sea el mantenimiento de la recomendación para que no se incremente la dependencia del petróleo. Nosotros dejamos en libertad a los países miembros para que decidan lo que más les convenga en la cuestión de la energía nuclear, sin olvidar que no podemos abandonar ningún tipo de energía. Algunos Gobiernos han decidido posponer sus inversiones nucleares y otros las mantienen después de Chernobil.

Pero hay que tener en cuenta que Chernobil, desde el punto de vista de la seguridad, no tiene paralelismos en Occidente. Europa no puede compararse, en términos de seguridad, con lo sucedido en Chernobil. Los sistemas son diferentes, y las inversiones en seguridad, muy distintas.

P. ¿Qué esfuerzos realiza la AIE en el problema de los desechos rediactivos nucleares?

R. Éste es un asunto muy importante en el uso pacífico de la energía nuclear. Existen ya las tecnologías suficientes para resolver este problema, pero necesitan ensayarse. España puede contribuir de manera significativa a este esfuerzo. Pero está el problema del coste. En mi opinión, este coste debe incluirse dentro de los costes de generación eléctrica.

P. Las empresas eléctricas españolas están sumidas en un proceso particular de adaptación financiera...

R. Éste es un problema general que se plantea en muchos países miembros. Es el Gobierno respectivo el que debe aportar soluciones y vías de salida a cada problema concreto.

P. ¿Cuáles son las previsiones de la AIE en el viejo problema del precio del petróleo?

R. Nuestros escenarios contemplan que el precio del crudo permanecerá estable, a los niveles actuales de 18 dólares por barril, a plazo medio, teniendo en cuenta que la oferta supera ahora a la demanda.