El PSOE potencia su organización juvenil ante la crisis con UGT

Las Juventudes Socialistas (JJ SS) han detectado "una grave quiebra entre el proyecto socialista y la juventud española", que exponen en un documento discutido el pasado jueves con la ejecutiva del PSOE. En plena crisis de relaciones con UGT, nutridas representaciones del partido y de las Juventudes se reunieron para estudiar "políticas de choque" destinadas al colectivo juvenil.Esa quiebra se ha medido en función de dos factores: pérdidas de apoyo electoral al PSOE entre los jóvenes, que ya no respaldan mayoritariamente en las urnas el proyecto socialista, y los datos de la realidad aportados por sus mejores sensores, que "son las agrupaciones de la organización", según explicó un dirigente de las Juventudes.

El alejamiento resulta más acusado entre los estudiantes de enseñanza superior, por una parte, y los hijos de trabajadores en paro que tampoco tienen empleo. Desde el punto de vista electoral, este último colectivo es el más significativo, ya que familias completas sin trabajo cambian de campo político o se sitúan en la abstención.

Actualmente hay 1,2 millones de jóvenes en paro. El paro juvenil ha disminuido poco durante el quinquenio de gobierno socialista: en 1982, los parados menores de 25 años representaban el 49,7% del total, proporción que ahora es del 42,5%. Estos datos fueron manejados en la última reunión entre las ejecutivas del PSOE y de las Juventudes, presididas respectivamente por Txiki Benegas y Javier de Paz.

Prioridades

A su vez, la dirección del PSOE ha establecido un orden de prioridades sociales. En virtud del mismo, los jóvenes que no han logrado su primer empleo constituyen el colectivo más dañado por la crisis económica. El segundo es el de los desempleados "de larga duración", en general trabajadores afectados por la reconversión industrial. Sólo en tercer lugar aparece la revalorización de pensiones, que, sin embargo, ha sido el principal caballo de batalla de UGT durante los últimos meses.La presunta ofensiva política respecto al empleo juvenil supone costes en otros terrenos. Dicha prioridad no sólo exige mayores dotaciones presupuestarias -se lee en la ponencia-marco del 31º congreso-, sino que los sindicatos habrán de pedir a sus asociados "que renuncien a parte de hipotéticas mejoras salariales o sociales, si ello redunda en nuevos empleos juveniles", y los empresarios "tendrán que asumir incrementos en sus plantíllas y en programas de formación o reciclaje, lo que hará disminuir a corto plazo sus excedentes".

Las Juventudes Socialistas pretenden desempeñar un cierto papel en el congreso del PSOE, donde -tienen derecho a participar con voz, pero sin voto. Según sus dirigentes, dicha organización juvenil cuenta con 45.000 militantes.