Jesús Gil cuestiona el fallo de un juez sobre la concesión de la publicidad del estadio

El Atlético de Madrid seguirá exponiendo en su estadio la publicidad estática contratada con la empresa Arte y Espectáculos, como en el último partido de Liga, ante el Spórting de Gijón, pese a que un juzgado decidió en su día que ese espacio publicitario le corresponde a la sociedad Ralco, con la que la anterior directiva del club rubricó un compromiso que aún no ha concluido. El actual presidente, Jesús Gil, adoptó esta determinación después de que ayer tratase de rescindirlo con los representantes de Ralco, con los que no llegó a ningún acuerdo por la indemnización que está firma solicita.

El presidente del Atlético, Gil, y Ralco no llegaron a un acuerde para rescindir el contrato del club con esta entidad por la publicidad estática del estadio. Ralco -este periódico no pudo establecer ayer contacto con ninguno de sus representantes- pide una indemnización para ello.Gil decidió a principios de temporada rescindir el contrato con Ralco, que denunció el caso ante los tribunales. El Juzgado número 20 de Primera Instancia de Madrid falló la semana pasada a favor de Ralco, por lo que puede seguir explotando los espacios publicitarios. Pero Gil piensa mantener la nueva concesión, con la sociedad Arte y Espectáculos, firmada por los cuatro años de su mandato.

El recinto rojiblanco no ha contado con publicidad durante casi toda la temporada por esta situación. Ralco se ha limitado a que un notario levantase acta de la ausencia de sus anuncios. Sólo el domingo día 22 de este mes, en el partido con el Spórting, se colocaron, pero de Arte y Espectáculos.

José Luis Sierra, uno de los abogados de Gil y del Atletico, aseguró ayer: "La razón del juez a favor de Ralco no sirve de mucho. La empresa no ha concretado los espacios publicitarios, es decir, su ubicación en el campo, fijándolos y marcándolos en un plano, como se establece en el contrato. El Atlético, según se estipula en el mismo, tiene derecho a reservarse determinadas zonas para su propia publicidad".

A su vez, Gil afirmó: "El contrato con Ralco no es correcto y tampoco debe ser válido. Ralco consideró lesionados sus intereses al rescindir el Atlético su compromiso por cinco temporadas, desde la de 1983-1984 hasta la de 1987-1988, inclusive, por lo que interpuso un interdicto. El juez dice que Ralco tiene derecho a poner la publicidad, lo que no está claro. Me gustaría llegar a un acuerdo con Ralco. Si no, la guerra".

El Atlético respondió al interdicto de Ralco con la presentación el 16 de octubre, en el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, de una querella contra la empresa por falsificación de documento mercantil y estafa. El club la justificó al considerar que Ralco ha incumplido el contrato firmado con los anteriores dirigentes, por el que se comprometió a pagar 95 millones por cinco temporadas.

Los abogados del club estiman que Ralco ha incumplido su contrato porque no hizo la campaña publicitaria a favor del Atlético que se comprometió a llevar a cabo, valorada en tres millones por cada una de las cinco temporadas. Sierra dijo: "Ralco adeuda al club esa cantidad. No hizo la campaña y hubo que recurrir a otra empresa".

Gil, además, indicó: "El contrato se renovó por mis antecesores al aceptar de Ralco una letra a negociar por ocho millones por la transmisión de un partido que no llegó a jugarse. Esto se denuncia en la querella".

El Atlético firmó otro contrato con Arte y Espectáculos, uno de cuyos accionistas y gerente es Héctor Núñez, antiguo entrenador del equipo y representante en la actualidad de la marca de sus prendas deportivas. Arte y Espectáculos, que, según Núñez, desconocía el contencioso con Ralco, se comprometió a pagarle 60 millones por cada una de las cuatro temporadas del compromiso y le adelantó los de la primera.