Una sonada noche de amor

Una burguesa, casada y embotada en el aburrimiento de su medio, conoce fortuitamente a un hombre de menor rango social que el suyo y se enamora de él. Esto sucede aquí, en Francia y en cualquier lugar del mundo. El cine continuamente ha parido obras donde reflejar esta tan humana debilidad del amor, pero a menudo, y antes mucho más, barnizado por el Hays u otros códigos de conducta moral, el tema bulle menos de los que bulliría en la realidad. Así se entiende que Louis Malle, que lo tocó descarnadamente en 1958 en su filme Los amantes, escandalizara tanto en el festival de Venecia, donde se presentó la película -y donde ganó un premio especial-, y en la sociedad de su tiempo.Especialmente escandalosa fue una noche de amor, de cama, vivida intensamente por sus protagonistas. Hoy, esa escena, por uso y abuso de la situación, ya no levanta polvareda alguna, pero Los amantes -podrá comprobarse esta noche- sigue siendo una elegante y romántica metáfora de los peligros de vivir en el pecado, puesto que tras su aire liberal asoma una ambigua lección de prudencia en eso de multiplicar los lechos. Es, con todo, un filme sensible, sereno -su caligrafia, mucho más plácida que la de Ascensor para el cadalso y saludablemente crítico con las mentes puritanas.

Los amantes se emite hoy, a las 21.20, por TVE-2.