Jornada de tanteo en los mercados
Los mercados de valores parecen encontrar una zona en la que moverse sin sobresaltos, al tiempo que mantienen las posibilidades de obtener beneficios a corto plazo. La rotación de órdenes de compra y venta de unos valores a otros está permitiendo una limpieza de fondo del mercado sin que se den situaciones en las que los avances o las pérdidas sean muy abultadas y aceleren las tendencias. El nivel del negocio se sitúa así en un nivel bajo, pero aceptable, que dota al mercado de la mínima liquidez necesaria para que su funcionamiento se parezca al normal.Se ha llegado a una situación en la que cualquier avance provoca inmediatamente la realización del beneficio, y en la que las bajas atraen al dinero que sabe que el mercado busca el aquilibrio. El dinamismo habitual queda reducido a estos escarceos en tanto se define el alcance de los apoyos institucionales, hasta ahora más teóricos que reales, pues parecen reservados para las grandes ocasiones. Los altibajos que provoca esta situación se traducen en unos movimientos mínimos de los índices generales, con lo que la ilusión de equilibrio es casi perfecta.
La apertura de las eléctricas, con pequeñas recuperaciones que se asemejan a una reacción técnica ante las bajas anteriores, mejoró el ambiente, pero no hasta el punto de obligar al dinero a tomar posiciones en los demás grupos. Al final fueron las bajas del sector bancario las que llevaron al índice madrileño a registrar un pequeño descenso que reflejaba mejor la situación.
La ausencia de órdenes de venta procedentes del extranjero tambien ha influído para darle a la jornada un aire discretamente positivo que coincide con las intenciones de los inversores. Algunos tanteos compradores al cierre completaban el cuadro de una recuperación que dista mucho de aproximarse al grado de confianza que se respira en el parqué.
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