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El Valladolid derrotó a un incómodo Athlétic

Las cámaras de televisión permitieron ver a toda España un mal partido en Valladolid, en especial en la primera parte, en la que ninguno de los dos equipos tiró a puerta. El Athlétic, decepcionante, fue sólo un rival incómodo para el cuadro local. El partido quedó resuelto después del descanso tras un despiste defensivo del Athlétic.El Valladolid que salió del vestuario tras el descanso parecía un equipo distinto del que disputó la primera mitad. Aunque no demasiado. Sólo en el primer minuto creó dos claras ocasiones de peligro, más que en toda la primera parte. Y fue a base de un juego agresivo y en profundidad, en el que resultó importante el papel de Moya, que salió a lucirse ante Luis Suárez, presente en las gradas.

Al menos esa presión dio resultado. Tras el saque de una falta dudosa a Onésimo, el Valladolid consiguió el gol de la victoria con un oportuno cabezazo de Manolo Hierro.

El gol desconcertó al Bilbao, mientras un Valladolid crecido se hizo con el dominio del partido. Pero con el tanteador a favor, redujo pronto el ritmo y se cerró en su área, soportando el acoso de un Athlétic que luchó, eso sí, con garra para remontar el encuentro. El veterano Fenoy tuvo que salvar ocasiones muy comprometidas. Pero los contragolpes vallisoletanos llevaron también peligro al área de Biurrun.

La primera parte fue soporífera. La, presión y la táctica del fuera de juego, ordenadas por Kendall, no dejaron espacio a los locales y obligaron a pases largos. Pero las imprecisiones y los errores infantiles de los dos equipos aburrieron a los televidentes y a los 1 8.000 espectadores.

Al ver que pasaban los minutos sin llegar el gol, Kendall decidió sacar a Argote para lanzar centros y a Liceranzu, habitual defensa, para acudir al remate en el área del Valladolid. El Valladolid dio muestras de fatiga y de desconcierto, pero la ofensiva final del Athlétic se tradujo en varios lanzamientos de esauina, pero poco más. Tampoco el Valladolid supo aprovechar sus contraataques. Ninguno de los dos equipos supo marcar y bastó el gol de Hierro para decidir el partido.

Entre los locales destacó el ex bilbaíno Endika. "Voy a sentir algo muy raro al enfrentarme a mi equipo de toda la vida", declaró antes del encuentro. Algo raro debieron sentir también sus antiguos compañeros porque fue él que más peligro creó. Al final, el Valladolid supo conservar la ventaja y se impuso a un Bilbao al que también le faltó suerte en el remate.

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